miércoles, 27 de diciembre de 2017

Teenage Mutant Ninja Turtles, de Kevin Eastman y Peter Laird

1.
Me gustan porque están dibujadas medio como el hoyo, las primeras historietas de las Tortugas Ninjas, if you know what I mean. En el sentido de que para ser historietas de superhéroes yanquis se alejan mucho de la estética Marvel/DC. Casi te diría que son historietas de autor, por el tipo de dibujos y lo bizarro de la premisa (que es la que todos conocemos, exactamente esa: una rata que sabe kung fu y encuentra a cuatro tortugas bebés justo cuando se vuelca un pote de líquido radioactivo en una alcantarilla que los vuelve a todos humanoides). Dicen, tanto la muy nutrida entrada de Wikipedia como el prólogo de esta edición argentina de tres tomos de 2007, que la historieta original (que es del '84) al comienzo era una parodia de Frank Miller y de Daredevile. Creámosles.

2.
Resulta que en la historieta el malo al comienzo es Destructor, al que vencen, y luego viene toda una parte donde extraterrestres con forma de cerebro que se mueven dentro del abdomen de unos exoesqueletos antropomórficos (pero son buenos, no como en el dibujito) mandan a las tortugas por error a otro planeta, donde las secuestran unos triceratopos malvados. April O'Neil no es periodista sino programadora informática, y por lo que yo veo en el cómic es negra más que pelirroja. Medio latina candente. Díganme si no:


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