domingo, 29 de diciembre de 2013

La multitud errante, de Laura Restrepo

1.
Laura Restrepo es una escritora colombiana contemporánea de la cual yo hasta ahora había leído un sólo título, Delirio, compelido por mi padre; una novela droga, de esas que se leen a las zancadas, cuyo contenido no recuerdo (más que el tagline: un hombre vuelve de un breve viaje de negocios y se encuentra con que su mujer se volvió loca) pero sí la sensación de intensidad que conllevaba. Ganó el premio Alfaguara en 2004. Muy recomendable. También es periodista Laura. Y chavista, veo ahora en Wikipedia. Bien por ella.

2.
Ahora, compelido por el mismo padre, leí esta otra, La multitud errante. Publicada originalmente en 2001, se consigue fácilmente (incluso la vi el otro día en mesa de saldos en avenida Corrientes) porque la sacó La Nación en una colección de esas baratas, de escritoras latinoamericanas, en 2006, y se lee igual de fácil. 101 páginas, capítulos muy cortos. Es la historia de Siete por Tres, un hombre que llega a un refugio para desplazados, y de la narradora (cuya identidad mantendremos en secreto) que se enamora de él. Por lo que puedo concluir de mis dos lecturas, Restrepo es alborotá para narrar en discurso indirecto. La historia de vida de Siete por Tres (que es la historia posible de un desplazado de los tantos que sufren esa realidad en Colombia, de la que poquísimo se divulga en nuestro país y de la que yo me informé cuando tuve que transcribir un programa de televisión colombiano al respecto), contada en pasado a través de otros personajes, se entreteje con el presente de la narración, que es el de ese refugio y el de la vida de la narradora, todo de una manera harto elegante y harto literatura latinoamericana.

3.
Me doy cuenta de que sólo tengo para ofrecer motivos por los que sí garpa leer este libro: La multitud errante es corto, está muy bien escrito, divulga el conflicto de los desplazados (aunque el que no sepa puede pensar que es todo invención, porque es increíble: lamentablemente no es), y es de amor. Aaaaoh.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Shakespeare nunca lo hizo, de Charles Bukowski

1.
El milagro de Navidad, o el nuevo gesto del papa Francisco, se llama: encontré un libro de Bukowski que no había leído. Y que además no es uno de esos libros inéditos que por algo permanecían inéditos. Shakespeare nunca lo hizo es, más bien, uno de esos libros que siempre veía incluido en la lista de obras de Hank, pero que yo nunca había visto con mis propios ojos. Creía que no existía en castellano. Resulta que le recomendé a Roxi que lea algo de Bukowski y para mí sorpresa se compró éste, en una librería, así nomás, como quien no quiere la cosa, como pancho por su casa. Me lo prestó, lo leí.

2.
Shakespeare nunca lo hizo (título original: Shakespeare never did this, o sea "Shakespeare nunca hizo esto"... Para mí hay un problema en la traducción del título, porque "lo" me remite a "eso", no a "esto", aunque es verdad que gramaticalmente está correcto... disquisiciones ñoñas con Ale Schonfeld) es el relato de la gira europea de Bukowski, que viajo en 1978 a Francia y a Alemania para leer en universidades y dar entrevistas, en un momento de su vida en que era más famoso abroad que en los EE.UU.

Me han pedido que escriba un libro sobre el viaje y he dicho que "sí", y para un hombre al que le disgusta viajar, ésa es una tarea infernal. Recordaba cuando Norman Mailer escribió sobre la llegada del hombre a la luna, para la revista Life, creo que era, y recordaba cuánto lo había sentido por él, y entonces pensé en el dinero que le habían dado por hacerlo, y pensé, bueno, sencillamente está consiguiendo pagar el beicon y el alquiler pegándole un puñetazo al viejo reloj del tiempo. Se rumoreaba que le habían dado un millón de dólares por escribir aquello. Yo era más afortunado: estaba escribiendo sin un adelanto y sin el compromiso de que me lo publicaran. Podía caer de lleno sobre mi culo y nadie saldría perjudicado.
3.
Qué decir, me encanta Bukowski. Como a todo el mundo, no me hago el especial. Sí, ya sé, qué bueno que te guste Bukowski.

viernes, 20 de diciembre de 2013

El núcleo del disturbio, de Samanta Schweblin

1.
Hace años, Marina Kogan me recomendó este libro y casi de inmediato lo vi en una mesa de saldos de la calle Corrientes. Creo que a 12 pesos. El título es buenísimo y en la tapa hay unos perritos.


2.
Cuestión que no lo leía, no lo leía, no lo leía. No sé por qué tardé tanto en querer leerlo: el libro es de esos de tamaño ideal, extensión ideal, letra grande, y además son cuentos así que tiene la ventaja de los cuentos, que es que los empezás y terminás sin tener que hacer grandes esfuerzos por recordar tramas o personajes, porque está todo ahí, autoevidente. Sin ir más lejos, si dejás un cuento por la mitad mucho tiempo, después lo podés empezar de nuevo sin grandes traumatismos. SIN IR MÁS LEJOS, en estos momentos en que escribo esta reseña, casi un mes después de la fecha que aparece consignada acá arriba (que, como siempre en este blog, corresponde a la fecha en que terminé de leer el libro reseñado), estoy leyendo 2666 de Bolaño y me pasó algo no diría terrible, no diría malo, pero sí podría decir traumático (en un sentido no negativo de la palabra, si es que existe y sino también). Resulta que yo empecé a leer 2666 en enero de 2012, y lo seguí leyendo ponele que hasta marzo del mismo año. Cuando terminé "La parte de los asesinatos", como le pasa a muchos lectores de 2666, estaba agotado. Igual llegué a leer la mitad de "La parte de Archimboldi", pero ahí me quedé. Ahora lo retomé (con vistas a mi futuro próximo viaje a México) pero al llegar a cierto punto de la parte de Archimboldi quise recordar qué sabíamos de Archimboldi en la primera parte del libro, "La parte de los críticos". Y me enganché, lo estoy leyendo de nuevo desde el principio. Ya estoy en "La parte de Amalfitano". Mi plan es saltearme los asesinatos de "La parte de los asesinatos".

3.
¿De qué estábamos hablando? De Samanta Schweblin. Merced a mi tara mental, que incluye una ley de cupos mental, siempre me alegra que se agregue un nombre femenino a la columna de nombres de acá a la derecha (nótese que pienso en términos de la columna de la derecha, y no por ejemplo en términos de "leer a una escritora mujer", a eso me refiero con mi tara mental. Otro día los invito a reflexionar -o a leerme reflexionar- acerca de cómo el desarrollo de este blog modificó y modifica mis hábitos de lectura). Si esta página permitiera agregar descriptores internos, me gustaría poder fijarme qué porcentaje de representación femenina hay en este blog. No debe ser muy alto. De Samanta Schweblin sabemos, a priori, que es mujer, que es joven, y que asistió al famoso taller literario de Diego Paszkowski. A posteriori, que nació en 1978 y que con El núcleo del disturbio ganó el premio del Fondo Nacional de las Artes y el Haroldo Conti. Bien por ella. Además, tiene otro libro, Pájaros en la boca, muy traducido.

4.
Me pareció desparejo, el libro. Algunos cuentos me gustaron mucho, mucho. "La pegajosa baba de un sueño de revolución" me gustó mucho. Hace algo increíble en este cuento: el protagonista es plural, pero el cuento actúa como si el protagonista fuera individual. Una operación similar hace en otro cuento que pongo en el top tres del libro: "Más ratas que gatos". Aunque no es exactamente igual: acá el protagonismo es múltiple. La Schweblin logra el protagonismo social. Gran cuento ese también. Y en tercer puesto, banco profundamente el cuento que se llama "El momento", en el que Vian y Sartre son personajes emplazados en la Patagonia. Ahora bien, sin dejar de reconocer que están muy bien escritos (y muy bien corregidos, alla taller literario), otros cuentos no me interesaron tanto. Y lo digo por el mismo factor que en otras críticas se menciona como lo mejor de la Schweblin: el molde Cortázar, el molde Bioy Casares de cuento fantástico. Sin dejar de ser muy buena, "El destinatario" o "Mismo lugar" entran más en esa matriz que ya conocemos pero no son "El cielo boca arriba" ni "Axolotl" ni La invención de Morel. Así que me interesaron menos, nada más. El que menos me gustó, sorprendentemente, es el que da título al tomo (porque contiene la frase que termina con "el núcleo del disturbio"): "La pesada valija de Benavides". Me pareció que desde la sorpresa en adelante, el cuento ya estaba contado.

5.
Estuvo bien leer a la Schweblin. En su página oficial se pueden leer algunos cuentos de sus dos libros, chek it aut.

martes, 17 de diciembre de 2013

Los hombres te han hecho mal, de Ernesto Mallo

1.
Bueno, viene pegada de la anterior. Esta es la tercera entrega de las aventuras y desventuras del comisario Lascano, ahora ex-comisario. Esta novela es más larga y más oscura que las dos anteriores. Dos elementos se mantienen incolumnes: el propio comisario Lascano, héroe argentino; y su historia de amor desencontrado con Eva Napolitano (¿ese era el apellido? chequear). Hay por ahí un personaje que había aparecido en Crimen pero no en Delincuente: el juez Marraco. Por lo demás, la novela está poblada por personajes nuevos, en un caso también nuevo y, como sucede en las dos novelas anteriores, autoconclusivo. Esta vez, una mujer de la high le pide a Lascano que averigüe qué pasó con su hija, asesinada hace muchos años, y con su nieta, desaparecida desde entonces. Todo parece estar vinculado con una red de trata de mujeres, que opera en Mar del Plata. No digo más.

2.
Digo más oscura por el tema. Mientras el tema del primero es el de los grupos de tareas de la dictadura (que se podría considerar histórico), y el del segundo es, en parte, el de los chorros organizados (mucho más liviano que los otros dos), el tema de la trata no sólo es presente, sino que es una de las cosas más terribles que pasan hoy en día. Las historias de pibas secuestradas con mentiras o por la fuerza para prostituirlas contra su voluntad, me parecen de un nivel de violencia absoluto. Se me hace sólo comparable con una cosa como el tráfico de esclavos de siglos pasados. Bueno, así que está eso. Y digo más larga por una cuestión objetiva, pero ni ahí me pareció "larga": es tan droga como las demás. Así que vuelvo a recomendar.

3.
El final del libro es el final de la saga: gran final de saga, Ernesto. Y me refiero al final final. ¿Lo habrá sabido desde siempre? I am looking forward to leer otros libros suyos.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Delincuente argentino, de Ernesto Mallo

1.
¡Mierda! ¡Qué final! Posta, no me lo esperaba ni ahí. Tremendo.

2.
Este libro es la segunda parte de Crimen en el barrio del Once, y ésta reseña es la segunda parte de su reseña correspondiente. [Con voz nasal]: "En el capítulo anterior", yo me pregunté si el libro que acababa de terminar tenía continuación, porque su final era abierto, pero a la vez no, pero a la vez... Y como cierre decía (yo, en mi reseña): "¿Habrá secuela? No encuentro nada en Internet. El título da a entender eso, pero puede ser un engaña pichanga. Espero que haya. Ernesto si estás leyendo esto respondeme que me muero". Bueno, sucedió, me respondió Ernesto en persona (virtual; véanse comentarios a la reseña suprascripta). Acto seguido, hice que la biblioteca en la que laboro comprara los dos libros siguientes protagonizados por el comisario Lascano: Delincuente argentino y Los hombres te han hecho mal. Acabo de terminar el segundo y me dispongo a comenzar el tercero.

3.
Delincuente argentino (AKA El policía descalzo de la plaza San Martín en la edición española) retoma la historia de Crimen en el barrio del Once (AKA La aguja en el pajar) en donde nos dejó (en vilo), sólo que algunos años después. Merced a la magia de la literatura, Lascano estuvo el último tiempo (aparentemente más de un año) recluido en una casa segura, recuperándose de las secuelas de su enfrentamiento final con uno o unos que no les digo para no espoilearles las cosas, y recién ahora se asoma a la nueva realidad argentina: democracia, alfonsinismo, yupis, primeros intentos de juicios a milicos y búsqueda de los desaparecidos y sus hijos. Me llamó la atención el salto temporal. No me acuerdo si está explicitado o fue mi imaginación, pero la novela primera se me hizo toda que era a comienzos de la dictadura, '77 o '78, y ésta sí no está explicitada pero seguro no es apenas asume Alfonsín, sino un poco más entrado el período, será '84 por lo menos. Pero en fin, quizás me equivoco, y sino, ahí está la magia de la literatura, tanto o más poderosa que la magia del cine (y también más difícil de invocar). La historia relata un nuevo caso del comisario Lascano, completamente independiente del caso Biterman, y en ese sentido se puede leer como una novela aparte. Sin embargo, todos o casi todos los personajes que nos quedaron vivos tienen continuidad en esta novela. Y sobre todo, continúa la historia de amor entre el Perro y Eva, que es el verdadero hilo conductor de la trilogía y la razón por la que sugiero perentoriamente leer los tres libros en orden (y también es lo que más me gusta).

4.
Esta también me gustó mucho. Quizás un poco menos que la anterior, pero igual mucho. El azar tiene un lugar mayor en esta historia. Y hay por lo menos una punta que se deshilacha. Pero en fin, la leen y la charlamos. El equipo de Resistirse es fútil ya se encuentra elaborando la tercera reseña de la serie. Permanezcan alertas.