miércoles, 10 de octubre de 2012

El miedo a la libertad, de Erich Fromm


...el carácter anal, típico de la clase media europea...


1.
Erich Fromm (léase "Erij"), mi buen amigo. Lo leí para la facultad. Fromm es conocido principalmente por dos tipos de personas: estudiantes de psicoanálisis y lectores de libros de autoayuda y afines. Los primeros, porque Fromm fue básicamente un psicoanalista y escribió muchos libros importantes sobre el tema. También es un importante autor para la corriente de la psicología social. Los segundos, porque su libro más conocido es El arte de amar, que por título y temática parece uno de Ari Paluch. Obviamente, Erich Fromm no es Ari Paluch. Hablando de éste autor (de Fromm, no de Paluch) un profesor de la facultad decía que el tema del amor está muy desacreditado, o pasado de moda, pero que las reflexiones filosóficas sobre el amor han dado por resultado obras importantísimas desde El banquete de Platón (que estoy en proceso de leer) hasta acá. Por ejemplo, en el siglo XX, además de Fromm: Roland Barthes, Alain Finkielkraut... No leí El arte de amar (está en lista) pero de todos modos en el libro que nos convoca hay (en la página 123 de la 1ª edición de Paidós, 1973) un resumen del pensamiento de Fromm sobre el amor, que paso a transcribir para usted, lector/a.

(MOMENTO PUBLICITARIO: Para aquel que vio la obra de teatro Una materia que mantener fija (o mi prima hermana amor), de Mariano Javier Clemente con asistencia de dirección mía, éste el texto que aparecía. Para el que no la vio: atentos al estreno 2013)


Desde el punto de vista teórico nos encontramos aquí con un error sobre la naturaleza del amor. El amor, en primer lugar, no es algo “causado” por un objeto específico, sino una cualidad que se halla en potencia en una persona y que se actualiza tan sólo cuando es movida por determinado objeto.

El odio es un deseo apasionado de destrucción; el amor es la apasionada afirmación de un objeto; no es un “afecto” sino una tendencia activa y una conexión íntima cuyo fin reside en la felicidad, la expansión y la libertad de su objeto.

Se trata de una disposición que, en principio, puede dirigirse hacia cualquier persona u objeto, incluso uno mismo.

El amor exclusivo es una contradicción en sí.

Evidentemente no es un mero azar el hecho de que una persona determinada se vuelva objeto del amor manifiesto de alguien. Los factores que condicionan tal elección específica son demasiado numerosos y complejos para ser discutidos ahora. Lo importante es, sin embargo, que el amor hacia un objeto especial es tan sólo la actualización y la concentración del amor potencial con respecto a una persona;

no ocurre, como lo pide la concepción romántica del amor, que exista tan sólo una única persona en el mundo a quien se pueda querer, que la gran oportunidad de la vida es poder hallarla, que el amor hacia ella conduzca a negar el amor a todos los demás.

Este tipo de amor, que tan sólo puede ser sentido con relación a una única persona, se revela, en virtud de ese mismo hecho, no ya como amor sino como una unión sadomasoquista.

La afirmación básica contenida en el amor se dirige hacia la persona amada, asumiendo ésta el carácter de encarnación de atributos esencialmente humanos.

El amor hacia una persona implica amor hacia el hombre como tal. Este último tipo de amor no es, como frecuentemente se supone, una abstracción que se origina después de haber conocido el amor hacia una determinada persona, o una generalización de la experiencia sentida con respecto a un objeto específico; por el contrario, se trata de una premisa necesaria, aun cuando, desde el punto de vista genético, se adquiera en el contacto con individuos concretos.

De ello se sigue que mi propio yo, en principio, puede constituir un objeto de amor tanto como otra persona. La afirmación de mi propia vida, felicidad, expansión y libertad están arraigadas en la existencia de la disposición básica y de la capacidad de lograr tal afirmación. Si el individuo la posee, también la posee con respecto a sí mismo; si tan sólo puede amar a los otros, es simplemente incapaz de amar.

2.
BIO FROMM: Nace 1900, Berlín. Padres judíos ortodoxos. Él es ortodoxo hasta sus 26 años de edad, estudia Talmud en Berlín y más tarde en Frankfurt con el rabino de la escuela de Frankfurt Nehemia Nobel. Es sociólogo por la Universidad de Heidelberg ('18-'22). Estudió con Alfred Weber (hermano de Max) y con Karl Jaspers. También estudió psicoanálisis a mediados de los '20 en un sanatorio (no existía la carrera chicos) con Frieda Reichmann (y después se casó con ella, que era 11 años mayor) y después con Hans Sachs, "apóstol" de Freud. (Más tarde rompe con el campo freudiano). Forma parte de la llamada escuela de Frankfurt a principios de los '30. En el '33 asciende Hitler y Fromm se exilia a Génova. En el '34 está ya en Nueva York. En EEUU no tiene mucha popularidad: entre el '41 y el '49 es profesor en una universidad menor (Bennington College, en Vermont). Se afilia al partido socialista yanqui, se enemista con el macartismo, se va a vivir a México. Es profesor en la UNAM. Muere en Suiza en 1980.

3.
El miedo a la libertad (que originalmente se llamó Escape from Freedom, y después pasó a ser Fear) es un libro que Fromm escribió y publicó por primera vez en 1941, cuando la 2ª Guerra Mundial estaba en curso, el Holocausto en ciernes, y el autor desde el exilio se trataba de explicar el fenómeno del nazismo, o más exactamente, el por qué de que los alemanes votaran a los nazis, fueran nazis. En ese sentido es un libro de época, y sirve como fuente histórica. Sin ir más lejos, la edición argentina de Paidós tiene un prólogo de principios de los setenta del gorila de Gino Germani, que trata de acarrear agua del pozo de Fromm para el suyo propio y leer El miedo a la libertad en clave antiperonista. Germani es, como Borges y como José Luis Romero, de los que creen que los obreros de la década peronista estaban "hipnotizados", palabras más, palabras menos.

4.
De qué va El miedo a la libertad: Acá voy a poner un "seguir leyendo", porque me voy a extender. A los que no quieran seguir leyendo, besitos.


De aquí en adelante, mi resumen de Fromm. Todo lo que diga, entiéndase como discurso suyo parafraseado.

La historia moderna es la lucha por la libertad (principios liberales). Pero cuando parecían alcanzados (al final de la 1ª Guerra Mundial) llegaron los fascismos. Las interpretaciones erradas del fenómeno hablan de locura, inmadurez democrática, imposición por la fuerza. Con el optimismo positivista, la 1ª G. M. agarró a la humanidad desprevenida: sólo habían avisado Nietzsche, Marx y Freud (que de paso es el título de un libro de Foucault). La tarea de la psicología social es comprender el proceso que crea al hombre en la historia y cómo fuerzas humanas así moldeadas crean a su vez la historia, en un proceso que se llama "adaptación dinámica": al tiempo que el hombre se adapta a una situación externa (por ejemplo, el hambre y la pobreza de los '20 en Alemania), hay un cambio en la estructura de carácter del hombre, se moldea un drive o impulso. Con la modernidad (o sea, el fin de la edad media y la aparición de todos los fenómenos que forman el mundo moderno) se creó el impulso del no aislamiento, de evitar la "soledad moral". La religión y el nacionalismo son refugios. El origen del impulso es en la infancia: la comunicación es vida o muerte, hay una insignificancia de la individualidad.

La libertad caracteriza la existencia humana. Su significado varía de acuerdo con el grado de autoconciencia del hombre y su concepción de sí mismo como individuo. La individuación es un proceso que empieza con la Reforma protestante, y es análoga a la separación paulatina del niño y la madre. Es un proceso dialéctico: mientras crece la fuerza del Yo, aumenta la soledad. Esa soledad se combate o con sometimiento o con "actividad espontánea creadora" (trabajo o amor). La debilidad biológica del hombre es la condición de la cultura humana.

En el capitalismo, el hombre se vuelve un engranaje insignificante. Las relaciones con el mundo, personales y con el propio yo son de instrumentalidad. La zafan con propiedad, prestigio, poder, familia, orgullo nacional y de clase.

En términos psicológicos, de la sensación de soledad e insignificancia que trae la libertad, los hombres tratan de escapar mediante el autoritarismo: sometiéndose o ejerciéndolo. Es el sadismo y el masoquismo en las relaciones humanas. La irracionalidad de la solución sadomasoquista para liberarse del yo individual es común a todas las neurosis.

Básicamente, y con esto cierro, el nazismo es un típico resultado del carácter social (dinámico) sadomasoquista, en este caso de la baja clase media alemana. En el nazismo está la posibilidad de someterse a una autoridad externa, que reemplaza a la autoridad del yo, y a la vez la de someter a otros (opositores, judíos, gitanos, países ocupados, etc.). En el último capítulo del libro, Fromm analiza las posibilidades de que la democracia (capitalista norteamericana) también conduzca al escape de la libertad. En línea con lo que escribe su amigo y luego contrincante Herbert Marcuse en El hombre unidimensional muchos años después, Fromm argumenta que el peligro existe distinto pero equivalente que en el caso nacionalista. FIN.

No hay comentarios: