jueves, 27 de diciembre de 2012

Una noche con Sabrina Love, de Pedro Mairal

1.
Así como está la frase benjaminiana de que un hombre que se suicida a los 40 años es, en cada segundo de su vida, un hombre que se suicida a los 40 años, podríamos decir que Pedro Mairal es, para mí, en cada segundo de su vida, el hombre que escribe El año del desierto. Compro Una noche con Sabrina Love, su primera novela, siete años anterior a El año del desierto, de prepo, con un libro recién terminado en la mano, porque me lo encuentro en una mesa de ofertas y usados. En este solemne acto venzo la resistencia que me generan el sello Clarín y la foto de Cecilia Roth en la tapa -no tengo problema con Cecilia, por el contrario, pero me molestan las imágenes de películas en las tapas de los libros que son anteriores a las mismas-. La película la vi hace añares y por suerte no recuerdo más que una sinopsis de una línea en el estilo de las de la cartelera del mencionado Clarín, que podría ser "Un chico de pueblo cumple el sueño de pasar una noche con la mujer de sus fantasías" o algo por el estilo. Sin embargo, me resulta imposible imaginar a los protagonistas como deben ser: ella no deja de ser la Roth y él no deja de ser Cabré. Aunque en la película sea Tomás Fonzi: por desgracia, se me aparece Nicolás Cabré.

2.
Como sospeché, la novela está buenísima. En el año en que le dieron el premio, los jurados eran Guillermo Cabrera Infante, Augusto Roa Bastos y Adolfo Bioy Casares (hoy todos muertos). Qué zarpado que te premien esos sujetos. Bioy dice: "Empecé a leer tu novela y no me pude desprender de ella". Bueno, es bastante adictiva. Pero lo más importante es que es una novela muy inteligente. La estructura es clásica y es perfecta. Los episodios, es decir, cada una de las situaciones que van apareciendo en la historia (al margen de los capítulos) están excelentemente pensados. Lo único que le podría criticar en forma negativa son algunas cosas que me parecieron raras por cómo están escritas, como por ejemplo esta frase: "Él siguió tomando cerveza, incrédulo del encuentro reciente", y que suman pretención a una novela que no es pretenciosa y de hecho destaca por su sencillez. Sólo esas cosas delatan la edad: Mairal tenía 24 cuando ganó el premio (capo). Esas cosas, y la capacidad esa de evocar emociones que tienen que ver con el fin de la adolescencia y que uno va perdiendo.

3.
Entre otras partes, me gustó esto:
Daniel se acordó de cuando miraba televisión con su abuela. Él cambiaba tan seguido de canal, que ella mezclaba los hilos narrativos de las distintas películas y tejía su propia historia, que tenía la virtud de ser siempre feliz, porque cuando, después de estar un rato frente a la pantalla, aparecía una escena de risas o de abrazos o declaraciones de amor, ella se levantaba y decía "qué lindo como terminó", dejándolo a Daniel perplejo, preguntándose cómo habría sido la historia que había armado su abuela. 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Gordo, de Sagrado Sebakis


martes, 18 de diciembre de 2012

Choque de reyes, de George R. R. Martin

1.
Es como dice Joni, la serie es una mierda. (Estamos hablando de la serie de HBO Juego de tronos, éste libro corresponde a la segunda temporada). El descubrimiento del hecho es subjetivo: pasa a ser una mierda cuando uno lee las novelas. Pero el hecho en sí es objetivo: la serie es una mierda. Lo sospeché cuando la empecé a ver, y después se me pasó y me volví adicto. Pero, también siguiendo a Joni en esto, es cierto que lo que tiene la serie que la hace tan buena son los giros en la trama, que son esos sí los del libro. Pero por fuera de la trama, en la serie hay: una escena de sexo injustificada por capítulo sólo para mostrar tetas y algún pito (que le quitan mucha seriedad a la serie, anque le sumen tetas y pitos), diálogos bastante nabos salvo cuando los calcan del libro, personajes humanos y a veces facheros por demás (por ejemplo Tyrion, que debería ser un monstruo, es el enano más fachero de la TV). Y principalmente NO HAY enormes masas humanas, violaciones, mutilaciones, ojos de colores raros (otra vez: Tyrion debiera tener cada ojo de colores diferentes). ETCÉTERA. Además, en el libro Danerys tiene 15 años: no es un dato menor.

2.
Es posible suponer que la serie está simplificada por tres motivos: A) guita, B) estupidez supuesta de los espectadores y C) estupidez llana de los guionistas y/o productores. A) Guita: las decisiones estás tomadas con el objetivo de ganarlo, o de no gastarla tanto. Los sueños de lobo y esas cosas debían ser carísimas, agregar un castillo (Aguasdulces) debía irse de presupuesto, etc. Y además la simplificación de los argumentos debe estar orientada por motivos de fórmula de guión televisivo, tema del que los muchachos de HBO obviamente saben, y que nos lleva al punto B) estupidez supuesta de los espectadores, que conduce al supuesto de que "si seguimos agregando personajes la gente se va a confundir" (por ejemplo, poner a Tywin a hacer lo que en el libro corresponde a Roose Bolton).

3.
Las diferencias entre este libro II y la segunda temporada de la serie empiezan a ser muy importantes para el final del libro, tanto que no sé cómo van a hacer para acercar después una cosa a la otra. Voy a citar a Joni una tercera vez: igual espero que G. G. se deje de pelotudear con la serie y escriba los dos libros que faltan.

4.
Dejando de lado el tema televisivo, Choque de reyes. Está buenísimo. No sé qué más puedo decir. Léanlo. Prestado, que está careli.


lunes, 17 de diciembre de 2012

Pigmalión, de George Bernard Shaw

1.
Reseña desprolija e irresponsable listos ya: Pigmalión es una obra de teatro de George Bernard Shaw, un señor con una barba del que siempre se citan frases sin que sepamos de dónde las sacan.


2.
La obra es de 1912 y el argumento es muy conocido: una chica pobre que habla muy mal es convertida en una dama de la alta sociedad merced a una apuesta entre burgueses. El nombre de la obra es por un mito griego. El mismo argumento de la obra de Shaw se puede encontrar después muchas veces reciclado en otras cosas que ahora no me acuerdo (¿en George de la selva?).

3.
El tema y la trama son eminentemente positivistas: los dos burgueses son científicos, lingüistas que usan máquinas y hacen experimentos, y la florista pobre aprende a ser una dama de la high society gracias a la educación y a la ciencia. Primer mensaje: la ciencia todo lo puede. G. B. Shaw era además algo así como de izquierda (para la época y el lugar) así que hay un segundo mensaje, que está inscripto en la sinopsis: cualquiera puede alcanzar cualquier posición con la educación adecuada. Ahora bien, me sorprendieron mucho otras dos posturas del autor que se ven en la obra y de las que no tenía conocimiento. Por un lado, los burgueses científicos no son los héroes de la historia, más bien son unos chotos, y la crítica a la clase burguesa así como a la clase aristocrática son muy marcadas. Por el otro, y siempre me sorprendo de esto en las obras decimonónicas o que pegan en el palo: hay como un feminismo -como el de las obras de Ibsen pero más leve- muy felicitable. 

4.
Después del último acto, hay un epílogo en prosa. Me pareció muy capo de parte de GBS eso de terminar la historia en prosa en ese epílogo que, o bien queda fuera de una eventual puesta de la obra, o bien  debe ser adaptado, traspuesto, a texto dramático por cada eventual director. Motivos para que la lean: es divertida, se consigue barata, y forma parte de lo que se suele llamar "cultura general" (?). Fin.

martes, 4 de diciembre de 2012

Los orígenes del pensamiento griego, de Jean-Pierre Vernant

1.
En la batalla del Yo contra el Ello por preparar y rendir una materia que cursé en 2008 y que se me está por vencer, sin rendirme a los pies de las miles de mejores cosas para hacer que nos depara un diciembre como éste, me encuentro en la biblioteca de casa con éste librito finito, simpático, azul, naranja, y bibliográficamente obligatorio, que no sé por qué Mariano poseía, y visto y considerando que la regla dicta reseñar en este blog todo aquello que tenga lomo, procedo.

2.
Una cita muy bonita:
Heródoto, al mencionar, después de cada relato de batalla, los nombres de las ciudades y los individuos que se mostraron más valientes en Platea, da la palma, entre los espartanos, a Aristódamo: el hombre que formaba parte de los trescientos lacedemonios que habían defendido las Termópilas; sólo él había regresado sano y salvo; ansioso de lavar el oprobio que los espartanos atribuían a aquella supervivencia, buscó y encontró la muerte en Platea, realizando admirables hazañas. Pero no fue él a quien los espartanos otorgaron, con el premio al valor, los honores fúnebres tributados a los mejores; le negaron la aristeia porque, combatiendo furiosamente, como un enajenado por la lyssa, había abandonado su puesto.

3.
El primer libro de Vernant, éste, se publicó originalmente en 1962, cuando hacía muy poco que se había descifrado finalmente el lineal B micénico. La edición de Paidós Studio del '92 (con reediciones hasta estos años) incluye un necesario prólogo del '87 del propio autor con algunos comentarios a la obra en base a los progresos en las prospecciones arqueológicas, a las nuevas teorías que fueron surgiendo y etcétera. De todos modos, el núcleo de la obra se mantiene actual y vigente y las salvedades hechas en el prólogo son sólo del tipo "sí, pero". La tesis de Vernant podría resumirse así: en la Grecia de las polis surgió el primer pensamiento racional, las primeras ideas sobre la naturaleza que eran ajenas a mitos y dioses, y ésto fue posible porque primero hubo un cambio político, el del fin de las monarquías y de las economías palaciegas y el del desarrollo de las polis y de las concepciones igualitarias, que permitieron pensar a los fenomes naturales alejados de un orden jerárquico donde todo sucede por gracia de un dios soberano (Zeus) y cercanos a un orden "horizontal" (esa palabra la pongo yo) donde las relaciones entre los fenomenos son de reciprocidad. Cito:
Por lo demás, este equilibrio de poderes dista mucho de ser estático; oculta oposiciones, es el resultado de conflictos. Por riguroso turno, cada potencia, sucesivamente, domina, adueñándose del poder y luego retrocede, para cederlo en la proporción en que antes había avanzado. En el universo, en la sucesión de las estaciones, en el cuerpo humano, un ciclo regular hace pasar así la supremacía de uno a otro...
4.
Hay mucha gente a la que le gusta la historia y la filosofía clásica más que a mí: es probable que esa gente disfrute este libro más que yo. De todas maneras, a nosotros los que no sólo no disfrutamos sino que además sufrimos tratando de entender si los minios son los minoicos o los micénicos o ninguno de los dos, si espartiatas y espartanos es lo mismo, nos digo que dentro de todo el libro es pasible de ser disfrutado igual. Mucho más que otros sobre temas varios de historia clásica que me estoy viendo en la circunstancia de tener que leer. A los que no gustan de la historia de ninguna manera los felicito por haber llegado hasta este punto de la reseña y les mando a todos un cordial salú.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Maintenant, seguido de crónicas y testimonios, de Arthur Cravan

1.
Fabian Avenarius Lloyd, luego conocido como Arthur Cravan: boxeador, contrabandista, dandy, poeta, crítico de arte, performer antes de los performers y dadá antes de los dadá. Y sobrino de Oscar Wilde. Nace en 1887 en Suiza, desaparece misteriosamente en México en 1918. Se sabe que intentaba llegar clandestinamente a Buenos Aires. Hay muchas reseñas y material en Internet, empezando por wikipedia, obviamente.


2.
Entre 1912 y 1915 Cravan escribió, publicó y vendió en las calles de París lo que hoy llamaríamos un fanzine, con el título de Maintenant. Son cinco números, unos más largos y otros menos, que incluyen tanto poesía como crónica, narrativa y crítica de arte (el texto "La exposición de los independientes", en el que se dedica a insultar a todos los pintores de la mencionada exposición, es el más divertido de todos, junto con el cuento "¡Oscar Wilde está vivo!)", y cuyos artículos firmados por varios nombres son en realidad todos de Cravan. El libro de la editorial argentina Caja Negra recopila los cinco números de Maintenant, traducidos por Mariano Dupont (que también prologa), y lo más lindo es que mantiene la estética de las portadas originales y además incluye imágenes facsimilares de las ilustraciones que aparecían en la revista y de las publicidades, en francés. Maintenant, seguido de crónicas y testimonios trae además una buena cantidad de apéndices sobre el personaje: notas de diarios en las que se menciona a Cravan, testimonios de otros personajes históricos que lo conocieron (desde los Picabia, André Breton y Marcel Duchamp hasta León Trotsky) y una cronología de su vida con muy buenas fotos.

3.
El libro está muy bueno sobre todo porque el personaje es interesantísimo. La poesía no me gustó tanto, pero sí lo que es más prosísitico. Además la edición es muy bonita, con los números de página a los costados y todo. Y miren que churro Cravan:


sábado, 1 de diciembre de 2012

Tango-Charter, de Copi y Riccardo Reim

1.
Otro de la fiebre Copi, pero de los injustificados. Mansalva (que edita cosas muy buenas y cosas muy malas pero todo muy lindo) y Santiago Arcos (una editorial que me cae bien a priori: es el de la librería de enfrente de Puán) se asociaron y sacaron esta obra de teatro que el autor uruguayo/argentino/francés co-escribió con un director italiano de nombre Riccardo Reim en 1980. La edición es como todas las de Mansalva, pero para inflar el carácter de "curiosidad" del libro (e inflar el precio) lo hicieron unos cuantos centímetros más grande. Absurdo es que entre tapa y tapa las páginas tienen los márgenes más grandes de tu vida. También es absurdamente mala la calidad de impresión de las ilustraciones de Copi y Reim (seguramente tenga que ver con la calidad de los originales). Y la obra no es la gran cosa tampoco. Todo me lleva a pensar que el hecho de que se haya descubierto el manuscrito de la obra sólo recientemente (véase ésta nota del traductor del libro) llevó a sobredimensionarla. De ser por mí (es un decir) la hubiera incluido sencillamente como una más en alguna de las obras completas que se están editando por estos días.

2.
No entendía yo cómo se hacía tanto ruido con cosas como Tango-Charter y que siguiera sin aparecer Los pollos no tienen sillas. Por suerte por fin alguien se avivo (o resolvió lo que estuviera haciendo falta resolver). Las historietas de Copi son de lo suyo lo que más me gusta.

3.
La tapa de Tango-Charter tiene un dibujo de Copi en 3D.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Pizzería Kamikaze y otros relatos, de Etgar Keret

1.
A principio de año reseñé Un hombre sin cabeza para la librería Libros del Pasaje, y contaba lo mucho que me gusta Keret, lo capo que me parece (y lo capo que le pareció a todos los que lo leyeron a instancias mías), lo mucho que lo quiero y eso. Y también contaba que la edición era muy linda, de una casa mexicana de nombre Sexto Piso. Pizzería Kamikaze es otro libro de la misma, mismas características, mismo todo. En este caso algunos de los cuentos los había leído en una edición en inglés que me prestó Agus, como ser el que en la traducción mexicana se llama "El deschavete de Nimrod" (en inglés, "The Nimrod flipout"; yo le hubiera puesto "La piantada de Nimrod" o algo así tanguero). Además de los fabulosos cuentos cortos a los que nos tiene acostumbrados, éste libro trae una especie de novela corta, la que da título al tomo: gran aporte. Ojalá se siga traduciendo todo lo del muchacho. Todavía nos faltan sus historietas.

2.
En mi primera reseña sobre Keret publiqué algunas traducciones mías y otras ajenas de cuentos suyos, si les interesa, es acá.

jueves, 1 de noviembre de 2012

¡Que viva la música! de Andrés Caicedo


1. 
Miraba yo las ruinas de esa casa y me imaginaba allí, con la mayor libertad, familia de dementes, un jovencito de 12 años perdiendo la razón en el empeño de probar la verdad de base de los escritos lovecraftianos...

2.
¡Que viva la música! (1977) es la novela que hizo de caballito de batalla en la incursión comercial que la hoy extinta editorial colombiana Norma desplegó en nuestro mercadillo hace ya cuatro, casi cinco años para introducir a Caicedo en nuestro país. Con prólogo de Fabián Casas (fana del autor, del que habla en uno de sus Ensayos bonsai), tapa linda y psicodélica y MUCHA inserción en la prensa cultural, fue el primero que publicaron justo antes de sacar todos los demás títulos bajo la sub-colección Biblioteca Andrés Caicedo de la colección Verticales de bolsillo. La decisión de empezar por ¡Que viva la música! era obvia: se trata de una de las dos únicas ficciones que Caicedo publicó en vida (la otra es El atravesado), además de la más larga y la más conocida en Colombia (donde, sobre todo en Cali, es un autor del panteón de los jóvenes como acá puede ser Cortázar). Se ve que la incursión tuvo éxito porque mucha gente que conozco tiene este libro, y bastante gente lo leyó (que no es lo mismo). 

3.
Como creo ya haber mencionado en el pasado, tengo un problema personal con las obras póstumas o inéditas que dejan de serlo. Si un autor decide no publicar algo, debe ser porque le parece malo. Hay excepciones: no me creo la de Kafka de decirle a su amigo: "Che Max, amigo, vos que medio que pensás que soy Dios, te doy todo esto pero cuando me muera quemalo eh, no se te ocurra publicarlo". Pero, por ejemplo, Fragmentos de un cuaderno manchado de vino, de Carlitos Bukowski, es una bosta y está claro que no había sido pensado para su publicación (los remito a mi reseña). 

4.
El caso Caicedo es más parecido al de Kafka. El pibe se suicidó a los 25 años. Hacia el final de ¡Que viva la música! hay una frase que también es el título de un documental de su parce Luis Ospina (que se puede ver en Internet acá): "Si dejas obra, muere tranquilo, confiando en unos pocos buenos amigos". Dicho y hecho, después de su muerte sus amigos se encontraron con un baúl lleno de su voluminosa (voluminosísima para un pibe de 25) obra. Es decir, Caicedo la dejó para que la publiquen. Pero de todos modos, por lo menos de lo que leí yo, lo postumo fue por lejos mucho peor que lo publicado. Como que a todo lo falta una pulida. Los remito a la reseña de Angelitos empantanados.

5.
Y ¡Que viva la música! es un golazo. Viene bien desde el principio, aunque hay que acostumbrarse al slang de Cali, en un momento se pone un poquitín denso pero después remonta y después se pone increíble y toda la última sección se zarpa y no lo podés creer y el final final es con escalofríos y todo. Y la música está buenísima. Recomendación: no esperar a terminarlo para googlear los temas de la lista de discografía que hace de apéndice al final del libro.

viernes, 12 de octubre de 2012

Cena con amigos, de Rodolfo Santullo y Marcos Vergara

1.
Cena con amigos es una historieta que se publicó primero por entregas en internet (en www.historietasreales.com.ar), es una sola historia autoconclusiva en 80 páginas blanco y negro editado en papel por Loco Rabia (que Mati me dijo que son de Córdoba pero en la cajita dice Martínez) junto con otra de Montevideo. Siguiendo con la pavada de la novela gráfica, podríamos decir que estamos ante una nouvelle gráfica.

2.
Está buenísima.

3.
En el prólogo Max Aguirre dice dos cosas que quiero refrendar. Una, que los prólogos se leen mejor al final de la lectura general: lo hice. Dos, que "si hubiera un Óscar a la actuación de los personajes de historietas, seguro que alguno de los pibes de Cena... se gana uno". Posta, boló.

miércoles, 10 de octubre de 2012

El miedo a la libertad, de Erich Fromm


...el carácter anal, típico de la clase media europea...


1.
Erich Fromm (léase "Erij"), mi buen amigo. Lo leí para la facultad. Fromm es conocido principalmente por dos tipos de personas: estudiantes de psicoanálisis y lectores de libros de autoayuda y afines. Los primeros, porque Fromm fue básicamente un psicoanalista y escribió muchos libros importantes sobre el tema. También es un importante autor para la corriente de la psicología social. Los segundos, porque su libro más conocido es El arte de amar, que por título y temática parece uno de Ari Paluch. Obviamente, Erich Fromm no es Ari Paluch. Hablando de éste autor (de Fromm, no de Paluch) un profesor de la facultad decía que el tema del amor está muy desacreditado, o pasado de moda, pero que las reflexiones filosóficas sobre el amor han dado por resultado obras importantísimas desde El banquete de Platón (que estoy en proceso de leer) hasta acá. Por ejemplo, en el siglo XX, además de Fromm: Roland Barthes, Alain Finkielkraut... No leí El arte de amar (está en lista) pero de todos modos en el libro que nos convoca hay (en la página 123 de la 1ª edición de Paidós, 1973) un resumen del pensamiento de Fromm sobre el amor, que paso a transcribir para usted, lector/a.

(MOMENTO PUBLICITARIO: Para aquel que vio la obra de teatro Una materia que mantener fija (o mi prima hermana amor), de Mariano Javier Clemente con asistencia de dirección mía, éste el texto que aparecía. Para el que no la vio: atentos al estreno 2013)


Desde el punto de vista teórico nos encontramos aquí con un error sobre la naturaleza del amor. El amor, en primer lugar, no es algo “causado” por un objeto específico, sino una cualidad que se halla en potencia en una persona y que se actualiza tan sólo cuando es movida por determinado objeto.

El odio es un deseo apasionado de destrucción; el amor es la apasionada afirmación de un objeto; no es un “afecto” sino una tendencia activa y una conexión íntima cuyo fin reside en la felicidad, la expansión y la libertad de su objeto.

Se trata de una disposición que, en principio, puede dirigirse hacia cualquier persona u objeto, incluso uno mismo.

El amor exclusivo es una contradicción en sí.

Evidentemente no es un mero azar el hecho de que una persona determinada se vuelva objeto del amor manifiesto de alguien. Los factores que condicionan tal elección específica son demasiado numerosos y complejos para ser discutidos ahora. Lo importante es, sin embargo, que el amor hacia un objeto especial es tan sólo la actualización y la concentración del amor potencial con respecto a una persona;

no ocurre, como lo pide la concepción romántica del amor, que exista tan sólo una única persona en el mundo a quien se pueda querer, que la gran oportunidad de la vida es poder hallarla, que el amor hacia ella conduzca a negar el amor a todos los demás.

Este tipo de amor, que tan sólo puede ser sentido con relación a una única persona, se revela, en virtud de ese mismo hecho, no ya como amor sino como una unión sadomasoquista.

La afirmación básica contenida en el amor se dirige hacia la persona amada, asumiendo ésta el carácter de encarnación de atributos esencialmente humanos.

El amor hacia una persona implica amor hacia el hombre como tal. Este último tipo de amor no es, como frecuentemente se supone, una abstracción que se origina después de haber conocido el amor hacia una determinada persona, o una generalización de la experiencia sentida con respecto a un objeto específico; por el contrario, se trata de una premisa necesaria, aun cuando, desde el punto de vista genético, se adquiera en el contacto con individuos concretos.

De ello se sigue que mi propio yo, en principio, puede constituir un objeto de amor tanto como otra persona. La afirmación de mi propia vida, felicidad, expansión y libertad están arraigadas en la existencia de la disposición básica y de la capacidad de lograr tal afirmación. Si el individuo la posee, también la posee con respecto a sí mismo; si tan sólo puede amar a los otros, es simplemente incapaz de amar.

2.
BIO FROMM: Nace 1900, Berlín. Padres judíos ortodoxos. Él es ortodoxo hasta sus 26 años de edad, estudia Talmud en Berlín y más tarde en Frankfurt con el rabino de la escuela de Frankfurt Nehemia Nobel. Es sociólogo por la Universidad de Heidelberg ('18-'22). Estudió con Alfred Weber (hermano de Max) y con Karl Jaspers. También estudió psicoanálisis a mediados de los '20 en un sanatorio (no existía la carrera chicos) con Frieda Reichmann (y después se casó con ella, que era 11 años mayor) y después con Hans Sachs, "apóstol" de Freud. (Más tarde rompe con el campo freudiano). Forma parte de la llamada escuela de Frankfurt a principios de los '30. En el '33 asciende Hitler y Fromm se exilia a Génova. En el '34 está ya en Nueva York. En EEUU no tiene mucha popularidad: entre el '41 y el '49 es profesor en una universidad menor (Bennington College, en Vermont). Se afilia al partido socialista yanqui, se enemista con el macartismo, se va a vivir a México. Es profesor en la UNAM. Muere en Suiza en 1980.

3.
El miedo a la libertad (que originalmente se llamó Escape from Freedom, y después pasó a ser Fear) es un libro que Fromm escribió y publicó por primera vez en 1941, cuando la 2ª Guerra Mundial estaba en curso, el Holocausto en ciernes, y el autor desde el exilio se trataba de explicar el fenómeno del nazismo, o más exactamente, el por qué de que los alemanes votaran a los nazis, fueran nazis. En ese sentido es un libro de época, y sirve como fuente histórica. Sin ir más lejos, la edición argentina de Paidós tiene un prólogo de principios de los setenta del gorila de Gino Germani, que trata de acarrear agua del pozo de Fromm para el suyo propio y leer El miedo a la libertad en clave antiperonista. Germani es, como Borges y como José Luis Romero, de los que creen que los obreros de la década peronista estaban "hipnotizados", palabras más, palabras menos.

4.
De qué va El miedo a la libertad: Acá voy a poner un "seguir leyendo", porque me voy a extender. A los que no quieran seguir leyendo, besitos.

martes, 9 de octubre de 2012

Virginia Woolf ataca de nuevo, de Copi

1. Bueeeno. Es un libro muy cortiiito, de Coooopi (del que ya hablamos en repetidas ocasiones, ir a la etiqueta para biografía y esas cosas). Lo leí en una hora, aproximadamente, entre un viaje en bondi y otro en subte. Son siete cuentos y noventa y tres páginas, con ilustraciones del autor. Todos los cuentos son un delirio y están buenos.

2. Es mucho menos pornográfico (en el sentido propio de la palabra) que, por ejemplo, La guerra de las mariquitas (digo, por decir algo).

3. Sin mucho más que comentar:
América era Linda Davis, tal como ella la había soñado en su infancia, una mezcla de Estatua de la Libertad y enana mogólica...

domingo, 23 de septiembre de 2012

Juego de tronos, de George Raymond Richard Martin

1.
Por si hay algún colgado por ahí que todavía no haya siquiera sentido mencionar Juego de tronos: El gordo G. R. R. Martin se sentó en el '91 a escribir una saga de literatura maravillosa y ahí sigue sentado. (Según la famosa definición de Todorov, la diferencia entre "fantástica" y "maravillosa" es que la primera es aquella en la que en un mundo ordinario ocurre algo extraordinario mientras que la segunda es aquella en la que en un mundo extraordinario ocurren cosas que son ordinarias dentro de su propio esquema). La saga se llama Canción de hielo y fuego; Juego de tronos es el primer libro y ya salió el quinto; se espera el sexto que está en proceso y se supone que tiene que haber un séptimo también. Esperemos que Martin se mantenga entero hasta terminar la serie porque si sigue al ritmo al que viene, el séptimo sale en 2023 o 2024. A todo esto, a la saga le iba bomba pum para arriba así que los muchachos de HBO ni tontos ni perezosos le compraron los derechos para hacer una serie de televisión a razón de una temporada por libro. Ya salieron las primeras dos y la tercera se espera para 2013. Y hay jueguitos, muñecos y toda la bola.

2.
La comparación obligada es con El señor de los anillos, entre otras razones porque tanto Martin como Tolkien tienen un segundo y un tercer nombre con R cada uno (Raymond Richard contra Ronald Reuel... ¡fight!). También, claro, por la creación de un mundo cerrado en la onda mitológica y medieval, y por lo british, y por lo populares... Como suele suceder, la comparación es corta de miras: las similitudes son esas y no muchas más. Sin entrar en sinopsis: la Tierra Media de Tolkien es un mundo inspirado mucho más en leyendas y mitologías celtas y nórdicas que en la Edad Media histórica; toda su complejidad se despliega y desarrolla en derredor de un personaje que viaja (primero Bilbo, después Frodo con Sam) y que va conociendo, en la típica estructura del viaje del héroe; ninguna de las "razas" está inspirada directamente en una "nación" del mundo "real" (sí, tenía que poner las comillas ahí también); los valores en juego responden a los ideales cristianos o católicos de Tolkien y un resumen escueto pero válido de todos los libros podría ser la lucha del Bien contra el Mal. Por el otro lado, el mundo de Canción de hielo y fuego está claramente inspirado en la Edad Media histórica, en particular en la cultura de Inglaterra. El mapa de Westeros es el mapa de Gran Bretaña, sin ir más lejos, y King's Landing está donde va Londres. Hay también en el mapa un continente equivalente a Eurasia en el que están las "ciudades libres" y al este del cual hay una estepa habitada por los mongólicos (por Mongolia) dothrakis; etc. Acá un muy lindo mapa del mundo. En la serie de TV ésto ha sido exagerado al punto de que el inglés (lengua común) del  braavosi que enseña esgrima tiene acento español: habla igual que Banderas en Shrek. Por otra parte, la multiplicidad de protagonistas y de puntos de vista permite conocer la tierra de Westeros más o menos desde el vamos, lo cual además es muy importante para la narración. Los valores no sé todavía cuáles serían, arriesgo que los de la realpolitik, pero el resumen escueto es así: Los humanos sean unidos, esa es la ley primera, porque si entre ellos se pelean los devoran los Otros. Supongo que hay dos formas de verlo: los Otros puede ser una metáfora del desastre ecológico -esa es la positiva- o los Otros son una metáfora de los nuevos enemigos de Occidente -esa es la fascista-. Pero tal vez habiendo leído un sólo libro esté muy verde para saberlo.

3.
Soy uno de esos que vio las dos temporadas y empezó a leer los libros para no esperar hasta que saliera la tercera. Igual pensé que me lo iba a comer en dos días y no es así. Dos cosas me lo impidieron: por un lado el libro está mejor escrito que otros ladrillos best sellers. Está mucho mejor escrito que, por ejemplo, la saga Millenium, y entonces es más complejo. Por el otro lado, es difícil que funcione el efecto droga del libro cuando, habiendo visto la serie, ya sabía absolutamente todo lo que iba a pasar. Recomiendo a todo aquel que quiera leer los libros para saber qué mierda va a pasar después de ese tremendo cierre de temporada, que agarre y lea directamente el tercero como hizo mi tío Hugo. Mi política personal hacia los libros me impide hacer eso, pero sepan que no hay mucha diferencia entre libros y serie, por lo menos en lo argumental y en la primera temporada. Lo que habla muy bien de la serie, por cierto. Hay un solo capítulo que está mucho mejor en el libro que en la tele y es el del sueño de Bran antes de que despierte del coma ese en el que lo deja la caída: si en la serie lo hubieran hecho de verdad como decía el texto, era la escena más cara de HBO en la historia. (Salvo que lo hicieran 100% compu horrible).

4.
Está muy bien Juego de tronos, pulgares arriba. Se lo regalé a mi mamá por el día de la madre.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La confesión de Stavroguin, de Fédor Dostoievski

Toda situación afrentosa, desmedidamente humillante, 
repulsiva y, ante todo, grotesca en la que me haya encontrado en mi vida, 
me ha inspirado siempre, además de una rabia sin límites, un deleite increíble.

1.
¿Alguno vio recientemente La naranja mecánica? ¿O Apocalypse Now? La primera es de 1971 y la segunda de 1979, pero las dos son películas que parecen recién estrenadas. Hay gente muy capaz (y muy capa) que puede hacer eso de crear algo atemporal. Clásicos, que le dicen. Con Dostoievski pasa eso. Contra lo que muchos pueden suponer, sus libros son tan enviciantes como el último ladrillo best seller fantástico, policial o soft-porn para mamás. Aunque toda su obra fue escrita entre mediados y finales del siglo XIX, parece que hubiera sido escrita ayer, y yo aún diría más, parece haber sido escrita mañana.

(No, no exagero).

2.
Mi recomendación para quien quiera empezar a leer a nuestro amigo Fédor es que empiece por el que tenga más mano. Seguro que algún título encuentra en su biblioteca y todos son buenos. Si me exigen especificidad, diré que por extensión y efectismo (y porque se consigue en millones de ediciones) El jugador es una excelente opción para entrarle. Memorias del subsuelo es otra.

3.
De todos modos, estamos hablando de Dostoievski porque este año ediciones Corregidor publicó una pequeña "novedad" dostoievskiana, a la que vale la pena prestarle atención. Se trata de un pequeño volumen (75 páginas) preparado por Ricardo Piglia, que incluye tres textos. Por un lado, el del título,  La confesión de Stavroguin, es un capítulo perdido/rechazado/censurado de una de las obras más importantes del ruso, Los demonios (o Los endemoniados, según la traducción), pero que a la vez se lee como un relato autoconclusivo de cuya trama preferimos no revelar demasiado. La historia del texto es interesante: en 1871, plena publicación periódica de Los demonios en El Mensajero Ruso, el editor de Dostoievski le impide incluir el episodio de La confesión... por motivos que se pueden suponer de moral o de imagen. Dostoievski y su editor pelean, la publicación de Los demonios se interrumpe por un año y el propio autor se ocupa de difundirlo por canales alternativos. Sin embargo, cuando Fédor Dostoievski finalmente tiene la potestad de publicar su libro como le de la gana, excluye de motu propio el capítulo de la polémica... [Música de misterio]

4.
 El libro se completa con un ensayo de György Lukács que se presenta como prólogo y se titula "Dostoievski", y una nota previa de Juan Carlos Martini Real que narra los avatares de La confesión de Stavroguin. Todo el asunto está prolijamente editado y cabe en el bolsillo de la dama y la cartera del caballero. Aproveche.


5.
Está reseña ha sido confeccionada para el blog de la librería Libros del pasaje y es a la vez la reseña #200 de RESISTIRSE ES FUTIL. ¡iupi!

jueves, 23 de agosto de 2012

Redención y Utopía, de Michael Löwy

1.
El título completo del libro es Redención y Utopía: el judaísmo libertario en Europa Central. Un estudio de afinidad electiva. El autor es el sociólogo brasileño Michael Löwy (que nació en una familia de judíos vieneses y que estudió en Jerusalén y en París, por lo que suponemos que sabe una banda de idiomas) y el tema es el pensamiento de un grupo de intelectuales judíos alemanes -o del mundo de influencia alemana- nacidos entre 1878 y 1900 (desde Buber hasta Löwenthal pasando por Kafka, Lukács, Benjamin, G. Scholem, Fromm...) que tienen en común el rechazo a la filosofía iluminista del progreso en la historia, una tendencia libertaria -más o menos acentuada según cada cual- y una voluntad romántica de reencantamiento del mundo que se encarna en el mesianismo judío. (Ahora lean esa frase de corrido). La herramienta de análisis que se propone utilizar es la de la afinidad electiva, un concepto que llega desde antes (Goethe) pero que adquiere la forma que le interesa a Löwy con Weber, y que se puede encontrar por ejemplo en La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Esta afinidad electiva entre mesianismo judío y utopía libertaria tiene su punto de equilibrio en la obra de Walter Benjamin, mientras que el resto de los intelectuales estudiados ocupan uno de los dos grupos que tienden más hacia una de las dos cosmovisiones. Los denomina "judíos religiosos anarquizantes" y "judíos asimilados libertarios".

2.
Para Löwy, los elementos que permiten esta afinidad electiva son:
- La relación dialéctica que se da en ambas cosmovisiones entre la voluntad de restauración de un "paraíso perdido" y la mirada puesta en un futuro utópico;
- Las similares representación que ambas cosmovisiones se hacen, la una de la llegada del Mesías y la otra de la Revolución, como momentos de cambio catastrófico y no gradual, que ocurre en la Historia y no en la vida o el "interior" de las personas, y que no mejoran este mundo sino que crean un mundo "otro", destruyendo los poderes existentes.
- Un mismo clima espiritual: el del romanticismo anticapitalista de la intelligentsia alemana.

3.
Hay un capítulo dedicado a cada grupo dentro de estos judíos libertarios (los religiosos anarquizantes, entre los que tenemos a Buber, Rosenzweig y Gerschom Scholem y los asimilados libertarios, como Landauer, Lukács y Fromm). Además hay un capítulo dedicado íntegramente a Benjamin, que es muy interesante pero que en realidad adelanta cosas que están mejor desarrolladas en otro libro de Löwy (Walter Benjamin: aviso de incendio), otro dedicado a Kafka que está buenísimo (el planteo es que Kafka contiene las ideas negativas: la teología negativa y la utopía negativa -excelente análisis de El proceso y de En la colonia penitenciaria; también de América y de El castillo, aunque esas novelas no las leí aún-), uno a todo lo que estaría quedando fuera del análisis y uno a Bernard Lazare que, sí, me saltié.

4.
En la conclusión vuelve a tratar a Benjamin: dice que las tesis Sobre el concepto de historia son el máximo exponente de la afinidad electiva entre mesianismo judío y utopía libertaria, porque logran cuestionar el fundamento epistemológico del progreso, es decir, el tiempo cuantificable, homogéneo y vacío que no es el tiempo del mesianismo y que trataremo de desarrollar en otra reseña porque acá no nos entra.

5.
Resta decir que: el libro me lo encontré milagrosamente entre los libros de psicología de mi padre justo cuando me lo pensaba comprar; que la edición es simpática (El Cielo por Asalto, 1997) pero tiene una cantidad de errores de tipeo increíble; que Löwy por momentos es demasiado sociólogo (como cuando plantea que en Europa del Este "la participación de los judíos en movimientos revolucionarios es mucho más masiva" y "esto se explica fácilmente por el grado cualitativamente superior de opresión..."); pero que en líneas generales está muy bueno.

lunes, 13 de agosto de 2012

¿Vos me querés a mí?, de Romina Paula

1. Me encantó. Es cierto que, como me advirtieron varios, es "peor" que Agosto, pero si bien la comparación es inevitable -misma escritora-, también es injusta. Primero, porque yo como casi todos leí ¿Vos me querés a mí? a la luz de Agosto (sí, ja-ja), porque quise leer ésta por lo mucho muchísimo que me gustó aquella. Segundo, porque esta novela es anterior, y los escritores suelen mejorar (cuando además de talento tienen oficio, como es el caso; cuando sólo tienen talento, muchas veces empeoran). Agosto es mucho más una "novela" que ¿Vos me querés a mí?, en el sentido tradicional del término; es menos "experimental" (hoy entrecomillo las palabras porque tengo culpa nominalista). Y también por eso, Agosto es más fácil de leer. Así que ahora paso a hablar de Vos me querés... como si Agosto no existiera.

2. Pero antes, una comparación más: Qué guacha Romina, lo hiciste de nuevo. En Agosto me cagaste la película Brown Bunny de Vincent Gallo. Con lo buena que debe estar, no la puedo ver porque ya sé lo que pasa. En esta me cagaste otras dos: La coleccionista de Rohmer y una alemana que ni conocía, Die Stille nach dem Schuss, de Volker Schlöndorff. Cuando ví de reojo el título de la de Rohmer grité y arrojé el libro, porque justo la tenía en la compu y la podía ver antes de seguir leyendo. Pero pasó lo peor: la copia era con audio dual (cuando el doblaje español horroroso suena encima del audio original) así que no la vi y preferí que me la cuentes. Así que ya saben, vean estas pelis antes de leer el libro.

3.
Los árboles mueren de pie y la piel se pudre puesta.
Ya está, con esa frase alcanza para que este blog la etiquete en el grupo de aquellos que son de los contemporáneos los más capos. Yo ya la quiero de antes. La obra de teatro que dirige y escribió, El tiempo todo entero, es de las que más me gustaron ever (si al momento de vos leer esto, sigue en cartel, esta es una recomendación sumaria). Y bueno, el libro este está lleno de capítulos excelentes que les postearía enteros pero no da así que lo dejamos acá. Besos y aplausos.

miércoles, 8 de agosto de 2012

La Banda del Ciempiés, de Mario Levrero

1.
Me costó: no es como Dejen todo en mis manos. Aquella es una Señora Novela Corta, con letras capitales. Es fácil de recomendar, se le puede entrar por muchos lados, funciona en varios niveles... Ésta en cambio, La Banda del Ciempiés, es demasiado exclusivamente la parodia de un género específico, el de espías (o policial o de aventuras), lo que la vuelve menos accesible. No por difícil (de hecho, el formato es el del folletín), sino por prejuzgada. Los nombres de los personajes (Smithe Andrews, la joven Molly), la forma en que está escrita, en parte la trama misma son propias del este género, por lo que un lector eventual podría no ver más allá de las marcas de género y decir "no me gustan los policiales", y perdérselo.

2.
Yo leí la edición de Eloísa Cartonera. Pero ahora, cotejándola con la de Mondadori, me doy cuenta que le faltan cosas. Parece que la de Eloísa es una versión anterior, más flaca. Además, en la edición de Eloísa cada uno de los veintidós capítulos tiene un título; la de Mondadori está dividida en cuatro partes, cada una con su numeración de los capítulos y sin títulos. No sé por qué será todo esto, es un misterio casi tan grande como el de la Banda del Ciempiés y no encuentro respuestas en Internet. El principio y el final son iguales, pero parece (imagino) que en la corrección antes de la edición de Mondadori, Levrero decidió seguir algunos de los cabos sueltos y dejarlos sueltos pero un poco más allá, engoradando lo que había escrito para publicar en el diario por entregas. La versión que leí yo se puede encontrar entera en la red de redes de rededes, acá.

3.
Lo único que trae la edición de Eloísa que no la de Mondadori es un breve texto de E. Gandolfo sobre M. Levrero al final del libro.

4.
Si bien La Banda del Ciempiés es un buen libro, ágil, gracioso y también por momentos ocurrente a un nivel supersaiayin, no me voló la peluca. No voy a leer la edición de Mondadori para saber lo que me perdí, ya me alcanzó. El final está muy bueno, y si piensan leer el libro tengan cuidado porque hay por ahí una reseña de otro sitio que se los caga.

martes, 7 de agosto de 2012

Poema sucio/En el vértigo del día, de Ferreira Gullar

1.
Desde no sé cuándo, desde Alejandra Pizarnik o una cosa así que no me emocionaba (entusiasmaba, interpelaba, estimulaba) un poeta.

2.
Ferreira Gullar nace en Sao Luíz do Maranhao en 1930 como José Ribamar Ferreira, pero como todo el mundo es Ribamar en San Luíz se inventó un nombre: "Como a vida é inventada eu inventei o meu nome". De joven se muda a Río de Janeiro, es uno de los poetas concretos, y después rompe con los concretos y se vuelve neo concreto. Y después rompe con éstos también. En algún momento entra en el PC, y en algún momento se tiene que esconder, entrar en la clandestinidad. Lo siguiente es el exilio, en 1964, cuando el golpe. Un tiempo lo pasa en la URSS, y después vuelve a Latinoamérica en donde no lo dejan en paz: pasa por Perú, Chile y Argentina, rajando de un lugar al otro con cada nuevo golpe de estado. En el tiempo que vive en Buenos Aires en un departamento de la avenida Honorio Pueyrredón (a mediados de los '70) escribe su Poema sucio, un texto largo y rimado que habla de su infancia y juventud, de la muerte, de la alienación, del campo y la ciudad, del sexo y de volar y de un par de cosas más y en el que Ferreira Gullar, convencido de que lo mataban, puso todo lo que en ese momento le quedaba por decir. Dice el poeta:
Se iniciaba el gobierno de Isabelita que duraría poco y terminaría también con un golpe militar. Era una suerte de moda latinoamericana. Con el pasaporte vencido, me vi rodeado de dictaduras por todos lados y me convencí de que mis días estaban contados, puesto que desaparecía mucha gente sin motivo. Fue un poco antes del golpe, convencido de que hacía la última cosa de la vida, que escribí el Poema sucio. Lo escribí para decir lo que me faltaba decir, dado que podría desaparecer en cualquier momento.
3.
Resulta que en la misma época vivía en Buenos Aires otro poeta exiliado: Vinicius de Moraes. La situación de los dos era muy distinta: Ferreira Gullar sabía que si lo agarraban los militares brasileros lo desaparecían, Vinicius en cambio se había exiliado por motu propio y por las dudas. Remítolos para más información a la reseña en este mismo blog de Nuestro Vinicius. Cuestión que fue él, Vinicius de Moraes, el responsable de difundir el Poema sujo de Ferreira Gullar. Le gustó tanto que gestionó una traducción al castellano y una edición argentina con su propio editor (De la Flor) y además se lo hizo grabar en un cassette para mandarlo a Río de Janeiro, donde el poema se difundió así, grabado, de mano en mano (difusión viral que le dicen) entre la intelectualidad carioca que a raíz de esto empezó a reclamar la repatriación de Ferreira Gullar. Que cuando volvió finalmente a Brasil fue chupado igual. Después de un interrogatorio de tres días seguidos, finalmente lo largaron. En la excelente edición de Corregidor que se consigue en librerías (de la colección Vereda Brasil) viene entre otras cosas una entrevista a Ferreira Gullar en donde se cuenta todo esto que les estoy contando.

4.
Resulta que en la casa de mi primo habían muchos ejemplares de este libro (supongo que se los habían encajado en algún laburo) y me llevé uno, pero no sabía qué era ni lo intenté leer y probablemente hubiera tenido destido de relleno hipócrita de biblioteca si no hubiera sido que leí Nuestro Vinicius. Y eso no alcanzó: no fue sino hasta que vi éste documental que hice sinapsis y relacioné, porque nunca había retenido el nombre del autor, sino tan sólo la imagen mental de la palabra escrita en la tapa del libro, pero como imagen y no como palabra escrita (nosésimexplico). Un gran momento cuando te das cuenta que de casualidad (o por ese afán acumulativo exagerado) tenés en tu biblioteca justo el libro que necesitás: últimamente me viene pasando.

5.
La edición de Corregidor está buenísima. Además de Poema sujo (versión original Y traducción) incluye: otro libro de poemas, En el vértigo del día, también bilingüe; la entrevista que les digo; una introducción que es una reseña de la obra de Ferreira y que cuenta en detalle el periplo del exilio; una reseña de Vinicius que está buenísima; y no sé cuántas cosas más. Ótimo, cara.

sábado, 4 de agosto de 2012

El libro del Génesis ilustrado, de Robert Crumb



1.
Una vez vino una profesora a la biblioteca a pedir que le prestemos la Biblia. "¿Tienen la Biblia?", preguntó. "Sí, la tenemos", dije yo. "Pero, ¿quién es el autor?", repreguntó ella, atea involuntaria. Nunca lo olvidaré.

2.
Mariano se junta con Ati a terminar la entrega para Historia del Traje, el Mueble y la Ambientación de la carrera de Escenografía. Tienen que dibujar figurines con vestuario y láminas con ambientaciones para obras de época: una de los asirios, una de los egipcios, una de los romanos. Y tienen que estar bien, o sea, tienen que ser de posta vestuarios y estéticas de época. Ahora Mariano le muestra a Ati el libro de Crumb para que chequeen los vestuarios de los egipcios. "Es el Génesis boluda. El tipo dibujo el Génesis de la Biblia pero con una interpretación literal, o sea acá dice lo que dice la Biblia tal cual y él trató de ser lo más literal posible en su interpretación". Ati hojea el libro y abre en la página de las hijas de Lot que emborrachan y se cojen a su padre por turnos, porque después de lo de Sodoma y Gomorra creen que son las últimas personas sobre la tierra. Lo lee en voz alta y después dice: "Y tanto que la joden a María Magdalena después".

3.
Robert Crumb, famosísimo dibujante y autor de cómics y de comix, se propuso hacer una versión ilustrada del Génesis (el primer libro del Antiguo Testamento) lo más literal posible, "sin intención de ridiculizar nada ni hacer bromas visuales". Lo de posible es importante, porque ¿cuántas cosas de la Biblia están descritas como para un ilustrador? ¿Qué cara tienen Adán, Eva, Abraham o incluso Dios, no? Sobre éste último, Crumb dice: "¿Hacerlo como una luz que baja del cielo...? (...) cualquiera que haya leído el Antiguo Testamento sabe que se trata de un viejo y quejoso patriarca judío". Además de lo bien documentado que estuvo para atenerse a las realidad históricas en lo que respecta a vestuario, utensilios y eso, muchos de los grandes hallazgos del libro de Crumb son las formas inesperadas pero atinadas que encontró para dibujar aquello menos concreto, como por ejemplo el "querubín que blandía una flameante espada para guardar el camino del árbol de la vida" al final del capítulo de la expulsión del Edén. Lo otro que es increíble y muy loable es la cantidad de rostros en detalle de personajes distintos que tuvo que inventar y el esmero que puso -aunque capaz le sale de taquito, no sé, no creo- para que cada uno fuera un personaje en sí mismo, aunque no estuviera en más que un cuadrito (el Antiguo Testamento está lleno de párrafos con genealogías: Crumb casi que dibujó un personaje por cada nombre mencionado).


4.
Dice el autor en la introducción otra cosa interesante:
Todas las versiones en historieta de La Biblia que he visto contienen pasajes de narrativa y diálogos completamente rehechos en un intento de aligerar y "modernizar" las viejas escrituras. Y aún así, esas Biblias claman creer que son "la palabra de Dios" o que están "inspiradas por Dios", mientras que yo, irónicamente, no creo que La Biblia sea "la palabra de Dios", sino la palabra de los hombres. No obstante, es un texto poderoso con muchas capas de significado que profundizan en nuestro inconsciente colectivo, nuestro inconsciente histórico, si así lo preferís.

5.
El libro salió en Estados Unidos en 2009 y la noticia llegó hasta acá, pero comprarlo en inglés era una locura de guita. Por suerte Ediciones de la Flor lo editó en castellano el año pasado, en una edición muy buena que hubiera estado mejor si la hubieran hecho en tapa dura y con una encuadernación decente. Es probablemente la mejor manera de leer la Biblia sin que sea un esfuerzo tremendo. Cuando lo terminé, agarré la Biblia propiamente dicha y me puse a leer desde donde termina el Génesis (es decir, donde empieza el libro del Éxodo) pero no aguanté mucho. Ojalá a Crumb se le ocurra seguirla.


miércoles, 1 de agosto de 2012

La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata

1. No voy a repetir lo que ya dije muchas veces (Silencio, El caballero inexistente, Una novelita lumpen) acerca de la colección de libros que entran en el bolsillo de la campera para cuando se sale sin mochila. Sólo mencionar que éste es de esos, y agregar que ahora que por fin tenemos nueva biblioteca en la casa de los bellos durmientes y se ha agrandado la sección de libros chiquitos, próximamente leeremos uno de Perec y uno, Babilonia creo, de Discépolo Armando.

2. La casa de las bellas durmientes: es una novela corta en cinco capítulos; en cada uno de los cuales el viejo Eguchi (debe ser Eguchi-San, ¿no?), de setenta y siete años, llega al mencionado ¿prostíbulo? ¿cuasi-prostíbulo? ¿prostíbulo para impotentes? para pasar una noche yacente junto a una joven virgen, desnuda y narcotizada. Cada chica nueva despierta en Eguchi recuerdos -unos tristes, otros lindos, otros turbios- de mujeres de su vida, además de calentura claro, y ganas de morirse. Por fuera de esto, es muy poco lo que hay: las conversaciones de Eguchi con la madama, en las que a veces se hace referencia a otro personaje, el viejo Kiga. Esa breve línea argumental es sin embargo la que hace avanzar al relato: las encamadas con bellas durmientes son de una estaticidad imponente (con sus propias tormentas y pasiones, pero todo muy contemplativo) y uno tiene la sensación de que podrían ser muchos más capítulos y la novela sería la misma y también estaría bien.

3. Kawabata Yasunari (1899-1972) es el primer Nóbel de Japón. Es increíble cómo esos premios de mierda son referencia obligada cuando alguien los ganó. Imaginemos que alguien odia los premios Nóbel, y le otorgan uno. Ya está, quedás pegado para siempre. A algunos les encanta, obvio, como al confundido Vargas Llosa que sacó un libro malísimo y le pusieron una faja que dice premio Nóbel: ¡si lo ganó antes de escribirlo! ¡no se lo dieron por existir! A Kawabata Yasunari no sé si le gustó o no, no lo conozco. Güiquipedia dice que se suicidó tres años después de recibirlo, inhalando gas. Yo no lo vinculo eh, pero en güiquipedia lo pusieron así, en la misma frase.

miércoles, 25 de julio de 2012

Nuestro Vinicius, de Liana Wenner

1.
Muchos de ustedes deben conocer los dos discos que Vinicius de Moraes (Rio de Janeiro, 1913-1980, diplomático, poeta, cronista, compositor, cantante, borracho, mujeriego, cuatro veces marido, varias veces padre (abandónico), guionista, dramaturgo, amigo de medio mundo, maniaco-depresivo, no necesariamente en ese orden) grabó en Buenos Aires: En la Fusa con María Creuza y Toquinho (1970) y Vinicius + Betanhia + Toquinho - En La Fusa (1971). Lo que probablemente no sepan es la circunstancia de existencia de esos discos. La relación de Vinicius con Buenos Aires en realidad fue mucho menos ocasional y más extensa que lo que dos discos de dos años consecutivos nos harían suponer: el tipo vivió casi diez años (con sus idas y vueltas) por estos lares, primero forzado, autoexiliado tras su expulsión de la diplomacia brasileña por parte de una dictadura militar, después voluntariamente, cuando se casó con una chica argentina varias décadas más joven. En esos años -que llegan prácticamente hasta el momento de su muerte-, su vida, obra y personalidad se inmiscuyeron en la noche cultural porteña (barrionorteña, en realidad). Lo sorprendente de Nuestro Vinicius, que en Brasil se publicó como Vinicius portenho, es que muestra en qué medida el tipo se relacionó con (y presuntamente influyó en) mucha (MUCHA) gente que al día de hoy sigue trabajando en la "industria" cultural de acá (y del Uruguay). Es así, vas leyendo el libro y cada vez que das vuelta la página exclamás (para adentro) "¿¡Este también!?". Gente que tocó con Vinicius, o compartió el escenario, o un programa de TV, o lo fue a ver a La Fusa, o trabajó con él, o vivió con él, o se escabió con él: montones. Desde Pirí Lugones hasta una niña Juana Molina, pasando por Antonio Gasalla o Eduardo Galeano o el topo Gigio. Es un libro muy cholulo en ese sentido.

2.
La relación de Vinicius con Buenos Aires (que se extiende geográficamente a Mar del Plata y Punta del Este) es poco conocida porque, bueno, los brasileños no son propensos a compartir a sus padres de la bossa nova, obviamente. Los discos que grabó en La Fusa (que en realidad fueron grabados en estudio, con público acarreado especialmente entre los conocidos del productor, pero que reproducen el repertorio y "el espíritu" de los espectáculos diarios (!) que daba Vinicius en el boliche de Barrio Norte que se trasladaba a la costa en verano) son poco conocidos y para nada importantes en Brasil. Otro motivo del ninguneo de la etapa porteña es que la propia familia la rechaza: fueron los años en que el tipo estuvo más alejado de sus hijos, además de que acá se casó con una chica de la edad de la hija mayor a la que conocieron cuando ya estaba todo concretado. Hay una muy linda película (la recomiendo mucho) sobre la vida de Vinicius, en la que aparecen todas las superestrellas de la música brasileña (Caetano, María Betanhia, Chico Buarque, Gilberto Gil, y un largo etcétera); fue producida por la hija mayor y dirigida por el ex yerno de Vinicius y omite olímpicamente el período del que estamos hablando. La película es hermosa, repito, y la pueden ver entera en vimeo haciendo clic acá.

3.
El libro de la Wenner está muy bien: sobre todo la investigación. Y está lleno de grandes momentos como éste:
   Una tarde tocaron el timbre en Alem. Toquinho dormía. Como era su costumbre, Vinicius estaba escribiendo en la bañera. Se trataba del productor Ben Molar, que venía con las Trillizas de Oro, la mamá de las Trillizas de Oro, el papá de las Trillizas de Oro, la abuela de las Trillizas de Oro, el tío del las Trillizas de Oro...
   -¡Vinimos para que Vinicius vea cómo las Trillizas cantan "A tonga da mironga do kabuletê"! Necesitamos una guitarra -dijo Ben Molar dirigiéndose a Helena Goñi, como si los estuvieran esperando.
   Helena subió hasta la bañera de Vinicius, que la miraba intrigado. Le contó lo que pasaba.
   -Heleninha, despertalo a Toquinho y decile que venga con la guitarra... -susurró Vinicius sin moverse de la bañera.
   Al rato, por lo menos diez personas se amontonaron en el baño. Las Trillizas de Oro, acompañadas por Toquinho, cantaron la versión que les hizo a medida Ben Molar de "A tonga da mironga do kabuletê", que decía así: "Me gusta la rosa / me gusta el clavel / la vida es hermosa / el mundo también / a tonga da mironga / do kabuleté".
   Cuando se fueron, Vinicius se puso serio. No le hizo gracia la actuación de las Trillizas y dijo:
   -Coitadinho, ¡esas meninas parecen monitos amaestrados!
   Lo único que aquella versión respetaba de la canción eran la música y el estribillo.
Vinicius tomó el nombre de una maldición en un dialecto africano que le enseñó Gesse, que, traducida al español, diría: "Los pelos de la entrepierna de tu madre". La canción, lejos de ser un canto a la alegría de vivir, dice que todo está mal y que sólo se puede salir del pozo maldiciendo: Eu saio da fossa / xingando em nagô
Se nota que logró tener muchas y muy buenas fuentes. También me gustó mucho la estructura narrativa, aunque al ser cronológica a lo mejor el mérito es de la vida del propio Vinicius. El final de su relación con Argentina es increíble a nivel narrativo, aunque sea terrible a nivel real. En marzo de 1976 Vinicius ya no vive de manera permanente en Buenos Aires, aunque sigue viniendo muy seguido, y llega a la ciudad junto con una banda en la que está también Toquinho, para dar un concierto en el Gran Rex. La noche del 27 de marzo, el pianista de la banda, Francisco Tenorio Cerqueira Junior, sale a comprar algo y lo chupan los milicos. Lo mataron en la ESMA unos días después. Según concluye Wenner, lo habrían chupado por su aspecto, portación de cara de hippie. También se sospecha que lo confundieron con otro. Vinicius, que tal vez era un poco ingenuo -lean sino sus poemas- no sólo presenta habeas corpus y acude a la embajada brasileña (donde le dicen que no saben nada, aunque por el Plan Condor años después se supo que sí) sino que además saca una solicitada en el diario. En la puerta del hotel donde pasaron la noche del 27 de marzo hay una placa que lo recuerda. Es en Rodríguez Peña y Corrientes.

4.
Si les gustan los discos de La Fusa, o la obra de Vinicius, el libro va muy bien. Además, es un muy interesante y bien logrado fresco de lo que fue la vida nocturna de (un sector social de) la Buenos Aires de principios de los '70s, donde se podía cantar a Xangó de traje y corbata.




martes, 24 de julio de 2012

Limpieza de sangre, de Arturo Pérez-Reverte, Carlos Giménez y Joan Mundet

1.
No tengo datos fácticos, pero tengo para mí que Arturo Pérez-Reverte es el sucesor de Alberto Vázquez-Figueroa en el puesto de "escritor best seller español con prestigio". Los dos publican sin parar, los dos son novelistas históricos con rigor documental y los dos van por el género de aventuras. Además, en mi historia lecto-familiar, Pérez-Reverte sucedió a Vázquez-Figueroa. Cuando yo era chico mi papá tuvo una época vazquez-figueroana prolongada, que probablemente se haya correspondido con una publicación (o importación más probablemente, eran los noventa) masiva de los libros de Alberto Vázquez-Figueroa, y mi hermano y yo entramos en la movida. Debemos haber leído -los tres- quince libros del hombre, incluyendo los siete de la saga que empieza con Cienfuegos (además de otros como Tuareg o Bora Bora, que son los que más recuerdo). Más o menos en el 2001 mi papá dejó de comprar AVF (no sé si no habían más), y compró algunos de Pérez-Reverte como El club Dumas y La piel del tambor. Él siguió leyendo, yo me quedé ahí.

2.
Ahora veo que en la güiqui dice que "En una ocasión Arturo Pérez-Reverte le confesó [a Alberto V-F] que era una de sus mayores influencias literarias", así que la güiqui abona mi teoría.

3.
Regla de tres simple: Alastriste es a A P-R como Cienfuegos es a A V-F.

4.
Yo no había leído ninguna de Las aventuras del capitán Alatriste cuando me encontré con esta novela gráfica, Limpieza de sangre. Creí que se trataba de un libro aparte de las novelas-texto y después me enteré de que no: en realidad es la versión historieta del segundo título de la saga. Ahora ya nunca la leeré como libro (snif), pero como historieta es muy digna. Los dibujos (realistas) están muy bien y el guión (en este caso, la adaptación a historieta, la decisión de los planos) también.


5.
Brevísima sinopsis: Las aventuras del susodicho capitán, en la España del siglo XVII, con la Inquisición como los malos de la historia y Francisco de Quevedo como side-kick del protagonista.

6.
Hay una película de Alatriste protagonizada por el ahora-argentino-por-adopción Viggo "Trancos" Mortensen. No sé qué tal será.

La rebelión de las masas, de José Ortega y Gasset

1.
A que siempre se preguntaron quién es (o quiénes son, como la chica esa de la tele). En un resumen: José Ortega y Gasset es uno solo; nace en 1893, muere en 1955, todo en Madrid; publica cosas -principalmente ensayos filosóficos- desde sus 19 años; estuvo vinculado a la generación del '98 (mil ocho...), hasta que se peleó con Unamuno (pública y notoriamente); de joven estudia en su país y en Alemania: es una suerte de traductor de ideas que circulaban por Europa, muchas de ellas alemanas (como las de Spengler) a la situación de España; seguidor de Simmel, Renan, Barrès, Bergson; desde joven escribe en el diario El Sol, un diario elitista pero "progre" (liberal), que es donde publica La rebelión de las masas por entregas en 1929 en base a ideas de una conferencia anterior... Qué más. Fue diputado. En Argentina era muy conocido (por eso su nombre está en muchos lugares), algo así como una estrella literaria. Su primera conferencia en Buenos Aires fue en 1916 y fue muy masiva (¡y tenía 23! ¡buena titán!), y después hubieron otras. Era amigo de Victoria Ocampo: él es el que sugiere el nombre Sur para la revista, y figura en el board de forma honoraria. En la guerra civil española se le exige un pronunciamiento en contra del golpe, y se termina exiliando. Después con el franquismo mantiene una relación ambigua, porque aunque no vuelve a su vida de protagonista de la cultura tampoco es un proscrito. Patricio Geli dice que Ortega "es el límite liberal del franquismo". La izquierda española (por ejemplo Semprún) dice que Ortega es un reaccionario.

2.
La rebelión de las masas, con un prólogo para franceses y un epílogo para ingleses, que yo me compré en una décima edición de Espasa-Calpe, de 1949, en plaza Italia, que se me desarmó mientras la leía, que ahora Marina restauró (como pueden ver en la foto),

Marina restauradora
es uno de esos libros que se escribieron en el período llamado de entreguerras, alegatos contra la "decadencia de Europa" o del mundo, de los que son ejemplo también El malestar en la cultura de Freud, y los ensayos del mencionado Oswald Spengler (Años decisivos, La decadencia de Occidente). No creo que haya mucha gente que lo lea por puro gusto en la actualidad, y además como dice el propio Ortega al principio del prólogo, "el asunto de que se trata es demasiado humano para que no lo afecte demasiado el tiempo". En otra época era un libro muy leído -es muy fácil de conseguir usado, hubieron muchas ediciones-, en general y también en las universidades. Se leía en varias materias de Filosofía y Letras. Hoy en Puán sólo se lo lee, y desde este año, en Problemas Mundiales Contemporáneos de la carrera de historia, y se lo sigue leyendo en algunas universidades católicas o tradicionalistas.

3.
Se deja leer, sin embargo. Es interesante por una vez que sea un filósofo en castellano (no sé si Ortega es filósofo, pero con criterio amplio entra), en vez de encontrarse con una traducción. Las ideas contenidas en el libro son básica y centralmente dos: en la sociedad de masas ha surgido un nuevo tipo de hombre, el hombre-masa, alienado, prepotente, confiado (en el progreso) y miedoso (a la libertad, como dice Fromm) y bruto, que se entrega a las opciones totalitarias (no liberales) como sucede en Italia, Alemania o la URSS. Recordemos que el libro es de entre el '26 y el '29 (con el prólogo para franceses del '37 y el epílogo para ingleses del mismo año). La otra idea es que Europa se tiene que unir en un mega-Estado, una ultranación: primero fueron las ciudades-Estado, después los Estados-nación, y ahora llega el tiempo de los Estados Unidos de Europa. "La unidad de Europa no es una fantasía, sino que es la realidad misma, y la fantasía es precisamente lo otro, la creencia de que Francia, Alemania, Italia, o España son realidades substantivas e independientes". Me parece interesante que se equivoque tanto (todavía no era la 2da Guerra Mundial, lucha de naciones si las hubo) y tenga tanta razón a la vez (con la UE en el '93 se termina de dar lo que el muchacho pide en el '29, pero ya habían habido muchos esfuerzos antes en el mismo sentido, empezando por el intento de expansión imperialista nazi).

4.
Me gusta la cosa vitalista y poco científica que tiene. Por ejemplo, la evidencia de que estamos en la sociedad del hombre-masa es el "lleno": que ahora los lugares (las calles, los cines, etc.) se llenen y antes no. Basado en su impresión, obviamente, "una experiencia visual". Después pasa también que en los márgenes hice mis simpáticas anotaciones como "gilada" y "boludísimo" unas cuántas veces, un poco por los mismos motivos.

5.
Altos términos bizarro-anacrónicos (por órden de aparición):
Mofas escurriles.
La diferencia más importante entre 
un grupo de hombres y un grupo de gramófonos.
Escalofriante petrefecto.
Lo mostrenco social.
Porciúncula de razón.
Hechas cisco.
Mondo y lirondo.
Tragicota.
Pachones del asador científico.
Al modo de los estrucios.
Encinta de tormentas.
La turba parvular.
El Gran Truchimán.
Idéntico gálibo.
Pugnacísimo.
Lucha sempiterna entre 
los paralíticos y los epilépticos.
(O de cómo es leer a la vez a Perec y a Ortega y Gasset)

6.
"Ser de izquierda es, como ser de derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral". Es gracioso, es liberal, es Ortega y Gasset.

martes, 17 de julio de 2012

Pensar/Clasificar, de Georges Perec

1.
Justo justo hace cosa de unos meses salieron un montón de notas sobre Georges Perec en los diarios porque se tradujo y publicó Nací, pero cuando LauriMatiMicaIoni me hablaron de este libro el año pasado, yo no tenía idea de quién era Perec. Y además el libro era inconseguible -ojalá ahora lo reediten. Al final me lo prestó mi amigo Mati en una edición moooy linda de Gedisa.

2.
Perec es un escritor francés que según Italo Calvino, Cortázar, Bolaño y otros capos fue el más importante de la segunda mitad del siglo XX (un poco mucho). Sus padres eran judíos polacos: el apellido original era Peretz. En la Segunda Guerra Mundial su padre muere en combate como soldado francés y su madre muere en el campo de concentración de Auschwitz: Georges es adoptado por sus tíos, que le cambian el apellido y lo afrancezan. Parece que a la sombra de esa infancia horrible, y de una larga depresión que acarrea de grande, es que Perec escribe sus textos más densos (o capaz que no). Acá en Argentina en librerías se consigue mucho el libro nuevo que menciono más arriba y también (en puestos y librerías chicas y en la FLIA) uno de la editorial independiente No Te Tomes Tan En Serio, la de los libros chiquitos de los que hablamos en otras reseñas. Un hombre que duerme se llama. Lo estoy leyendo en el presente continuo. Todo lo demás que puedan conseguir, si consiguen algo, es editado en España.

3.
Ahora bien, Pensar/Clasificar. Este libro compila textos que el autor publicó en diarios y revistas entre 1976 y 1982. Algunos son ensayos, hay uno ("Los lugares de un ardid") que está escrito casi como un cuento, pero la mayor parte son otra cosa. La mayor parte son listas. Pensar/Clasificar es un libro sobre la clasificación y el orden (en general) pero es como sí la reflexión sobre el sentido y el significado del orden hubiera sido hecha antes de la escritura, de modo que lo que leemos es el resultado, el ejercicio de esa reflexión, y el sentido original hubiera que buscarlo en eso. Por ejemplo, en el texto que se llama "Me acuerdo de Malet & Isaac" dice hacer una "simple enumeración", un "juego de recorte" de elementos de lo que eran los manuales de historia de su juventud, y con eso "poner en evidencia" un modo historiográfico, pero a mi entender, no lo hace. Hay un paso en el medio que no nos dice, esperando que nos caiga la ficha solos. Tal vez (seguramente) ese texto tiene más sentido para un lector francés. En otros casos el sentido tácito producto del momento reflexivo ausente (aoh) se entiende mejor, como por ejemplo en el muy bonito "De cuán difícil es imaginar una ciudad ideal" o en "Notas breves sobre el arte y el modo de ordenar libros".

4.
Hay también un coso que se llama "81 recetas de cocina para principiantes" y que es exáctamente eso. No lo leí, me pareció un embole (y no me parecieron para principiantes). Pienso ahora que seguramente el chiste está en la forma de redacción de cada receta, o en la cantidad de palabras, o en que son todos verbos en infinitivo, porque parece que a Perec (que trabajaba de escribir/diseñar crucigramas para un diario) le gustaba escribir con consignas autoimpuestas de ese tipo. No sé si Un hombre que duerme, la novela que estoy leyendo ahora, la escribió con alguna consigna de esas.

5.
El texto que más me gustó es sin duda "Los lugares de un ardid". Perec habla de una terapia psicoanalítica que hizo durante unos años, cuenta como fue todo el proceso desde que empezó a ir hasta que "resolvió" su asunto, sin decir nada. O sea, no dice nada de la terapia: ni de qué hablaban, ni cuál era el tema que lo llevó a ir, ni etc. En vez, habla del consultorio, de lo que se veía por la ventana; de los sonidos que escuchaba desde el diván, de la sala de espera, de la frase que decía el analista al comienzo de la sesión o al final. "Insisto en esos detalles triviales porque se repitieron dos o tres veces por semana durante cuatro años", dice. También habla de cómo pensaba en la sesión cuando no estaba en sesión, y que además vincula al texto con los demás del libro:

Este pánico de perder mis huellas fue acompañado por el furor de conservar y clasificar. Guardaba todo: las cartas con sus sobres, los programas de cine, los pasajes de avión, las facturas, el talón de los cheques, los prospectos, los recibos, los catálogos, las convocatorias, los semanarios, los filtros secos, los encendedores vacíos, y hasta las cuentas de gas y electricidad de un apartamento donde no vivía desde hacía más de seis años, y a veces pasaba un día entero ordenando, imaginando una clasificación que ocuparía cada año, cada mes, cada día de mi vida.

Lo brillante es que todo lo que cuenta en el texto no habla de su terapia pero a la vez habla muchísimo de su terapia: los ardides de la mente que se interponían en el camino a la superación del tema que lo había llevado a empezar la terapia. Es como si el texto mismo estuviera escrito siguiendo los mecanismos de resistencia que su mente tuvo durante esos cuatro años de análisis. Es genial.

jueves, 12 de julio de 2012

Hashtag: una revolución bailable, de Sagrado Sebakis

1.
PRIMICIA EXCLUSIVA DE RESISTIRSE ES FÚTIL. Leímos (todos los miembros del equipo que hace este blog) Hashtag, la nueva novela de Seba Kirzner que sucede al éxito de crítica y público de Gordo, esa otra novela que es una y trina y de la cual hasta ahora sólo hemos leído una de sus partes, Risperidona pero que intentaremos reseñar para la librería y así hacernos con una copia del libro más leído de 2012.

2.
De Hashtag mucho no les podemos decir porque se mantiene inédito y firmamos un pacto de confidencialidad con sus representantes legales. Sólo nos dejan adelantar un nombre: Son Goten. Ya está.

Walter Benjamin para principiantes, de Howard Caygill y Alex Coles

1.
Hay un tema con la colección Para principiantes: la diferencia es enorme entre los que están escritos por latinos (creo que argentinos la mayoría de las veces) y los escritos por yanquis. Los de los yanquis son peores. Siempre me parece que la síntesis es peor, que hay partes en que no se entiende nada. Para mí está claro que la colección Para principiantes no es for dummies: por lo general son re difíciles de seguir. Obviamente, todo depende del tema que se trate. Este es difícil.

2.
Dicho lo anterior, me parece una forrada el grado de ilegitimidad académica que tienen estos libros. Están re buenos para tener un pantallazo general sobre las cosas. En mi caso yo voy a seguir leyendo sobre el Benjamin pero no me voy a meter, por ejemplo, en lo que dice específicamente sobre arte, y ahora por lo menos una idea tengo.

3.
Las ilustraciones de este libro son una cagada. Nada más. C'est tout.

miércoles, 11 de julio de 2012

Next World, de Osamu Tezuka


1.
En un stand up para otakus yo podría empezar un chiste con "The thing about Glénat is". Porque es rara esa editorial. Por un lado, todo lo del orden de lo material es medio choto, pero sólo medio: encuadernación débil, papel barato, la cubierta de la cubierta que no sé cómo se llama y que en este caso está de facha porque entre cubierta ppmente dicha y sobrecubierta no llegan a hacer una... Por el otro, publicar todo lo de Tazuka es un gesto culto y hasta historiográfico (aunque a lo mejor les reditúa como el que más), y el contenido de la edición está muy bien (epílogo y aclaraciones de la traducción y hasta un apartado de los editores al final hablando de la discriminación -véase más adelante-). Así que Glénat me resulta una paradoja, entre la chotada española (esa que se veía en las viejas ediciones de Norma que teníamos acá antes de la era Ivrea: las de DNA2, o esa serie nazi de las chicas policías, ¡Estás arrestado! creo que se llamaba, o la incomprensible Silent Moebius. O la otra de la nave espacial, ¿Nadesico se llamaba?) y la hidalguía editoral ibérica (?).

2.
Osamu Tezuka es el papá de Astroboy. Y de Kimba el león blanco. Y del manga en general (en la era de los tankoubon o tomos), y del animé (el primero es Astroboy).

3.
Next World es un manga de 1951 en el que los experimentos nucleares crean una nueva especie que pone en peligro a la humanidad. Mientras tanto, los países del mundo (el país de Star ¿EEUU?-, el país de Uran -evidentemente la URSS-) entran en guerra. Y mientras tanto, unos científicos se percatan de que un gas del espacio está por destruir a todos los habitantes de la Tierra, los viejos y los nuevos. Los dibujos son muy básicos (con contadas y notorias excepciones), hay tres nenes que son protagonistas y son iguales entre sí e iguales a Astroboy, y los gags son tontos y a lo Disney. La otra referencia es Tintín, pero con Tintín siempre me río y con Next World mucho menos.

4.
Hablando de Disney: las referencias son intra y extra...uterinas (??)... Quiero decir, son tanto implícitas como explícitas. Por un lado se sabe que los ojos grandes de los dibujos japoneses vienen de los ojos grandes de los dibujos de Disney (por ejemplo, Bambi). Bueno, es Tezuka el que le copia los ojos a Disney. Por otro lado, en un momento en un cuadrito salen por una ventana los ladrones esos de las historietas del pato Donald. Y en un momento en un cuadrito que muestra una gran ciudad, directamente hay un cartel de neón donde se lee "Disney's Cinderella". En wikipedia leemos que después Disney (la empresa, no el cyborg, digo humano) se basó en Kimba para hacer El Rey León (siempre pensé que era al revés, que Kimba era una versión barata y contemporánea de El Rey León).

5.
Hablando de Tintín: Al final del tomo hay una nota de los editores muy curiosa. Resulta que a lo largo del libro, por momentos aparecen "personajes del mundo", caracterizados como el estereotipo lo indica: el mexicano aunque sea un científico está con el sombrero (y los bigotes de Cantinflas), el locutor radial egipcio tiene todo el vestuario de árabe y las pirámides de fondo, etcétera. Y los africanos viven en la selva y tienen los labios gruesos y toda la bola. La nota de los editores al final del libro se ataja contra las acusaciones de racismo, píde a los lectores que piensen en que no era racista para la época (cosa que es falsa: era racista pero no se consideraba malo sino obvio o natural - lo que sí es cierto es que eso no convierte a Tezuka en un racista, en el sentido pleno y actual de la palabra, no hay en sus dibujos intención segregacionista) y abre un paraguas así de grande. Lo que por un lado me parece raro, y por otro lado me parece muy bien. Y muy responsable. Hergé, en cambio, era racista (véanse los tres primeros Tintín: uno para los africanos, uno para los indios norteamericanos, uno para los árabes) y los muchachos de la Editorial Juventud no dicen nada. (Véase también, para exculpar un poco a Hergé -no así a los muchachos de Juventud-, el excelente documental Tintin et moi).