martes, 28 de septiembre de 2010

Néstor Kirchner: un muchacho peronista y la oportunidad del poder, de Valeria Garrone y Laura Rocha



1. Acabo de terminar de leer este libro que estuve llevando al baño para hacer caca, unas veces más concreta, otras veces más abstracta. Es un libro que tomé prestado de la casa del hermano de mi amigo Paco, el que trabaja en una librería. El verdadero chiste del libro, muy muy gracioso (conceptualmente), es que es del 2003. Cuenta los primeros 100 días del gobierno de Néstor. Es decir, ¡el libro no sabe nada! No sabe que Cris es presi presi, para empezar. Piensa que Alberto Fernández es el más kirchnerista (bueno, parece que así era). Duhalde es amigo. Zaffaroni es medio anti-kircherista. Lavagna es ministro de economía. Con Scioli está todo mal, es el vicepresidente rebelde (de Cobos ni noticia). Bueno, todo eso es gracioso. Es un plato.

2. Las que lo escribieron son dos señoritas periodistas que antes hicieron uno sobre la gordi Carrió (Yo soy esta), también editado por Planeta, y no sé qué habrán hecho después. Como investigadoras están bien, qué se yo, por lo menos hay un apartado con las fuentes al final del libro, en el que detallan quién les contó cada cosa. Ahora, como redactoras dejan mucho que desear. Hay más de una información y más de una anécdota que aparece por duplicado a lo largo del texto, como si hubieran construido cada capítulo por separado de la totalidad. O sea, no está bien escrito. Se puede leer, de todos modos.

3. Resulta, eso sí, todo muy informativo. Los capítulos sobre la niñez/juventud del compañero Néstor, su desempeño en la militancia universitaria, son interesantes. También está bueno un capítulo en el que desglosan todo el plantel de ministros y afines uno por uno, como un mini perfil de cada uno de ellos (de Vido, Parrilli, Acevedo, Alicia, Aníbal, Bielsa, Filmus, ¡Gustavo Béliz!, entre otros). Así uno se entera quiénes están con los Kirchner desde Santa Cruz, quiénes aparecieron después. Es interesante. También es interesante un capítulo en el que se habla mucho de la labor parlamentaria de Cris. Imperdible la anécdota de cuando Cris y Carrió encabezaron juntas una comisión en el Senado y se terminaron peleando (obvio). También es imperdible la anécdota del programa de televisión que condujeron juntos el hijoeputa de Mariano Grondona y CFK desde el Glaciar Perito Moreno, como parte de la campaña de los K para conseguir no me acuerdó qué ley que Menen se negaba a aprobar. Me aburrió bastante la parte del gobierno en Santa Cruz. El último capítulo que habla de cosas que pasaron en los primeros cien días de Néstor, está más entretenido.

4.
Cristina comenzó el entredicho:
-Necesito leerlo antes de firmar -objetó.
-No hay tiempo para eso -dijo la chaqueña.
-No te pido más que el fin de semana y después hablamos -insistió Cristina.
-¿Estás loca? No. Si yo soy la pelotuda que se queda toda la noche trabajando para que vos me vengas a pedir esto -le gritó Carrió.
-¿Quién mierda te creés que sos? ¿Qué pensás que somos, cadetes tuyos?
-Sos una traidora hija de puta.

(...)

Para colmo eran la antítesis en el cuidado personal. Cristina siempre impecable, maquillada y perfumada; mientras que Lilita día a día se vestía peor y su cuidado y aseo personal iban quedando de lado.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Arenas movedizas/La hija de Rapaccini, de Octavio Paz

1. Es uno de los libros chiquitos de Alianza 100 que usé de lectura-cuando-no-hay-mochila. Son dos libros en uno.

2. Había que leer a Octavio Paz desde que leíamos Rayuela. El capítulo 149 de Rayuela es pura y exclusivamente un poema suyo, que siempre me flasheaba por que por su disposición (y por la mía a esa edad y leyendo Rayuela), si uno se salteaba una línea o cambiaba el orden, tenía un poema nuevo.
Mis pasos en esta calle
Resuenan
        En otra calle
Donde
      Oigo mis pasos
Pasar en esta calle
Donde
Sólo es real la niebla
(Acabo de lograr la disposición de eso que ven arriba gracias al lenguaje html y me siento un campeón.)
Con más razón había que leer a Octavio Paz después de que lo encontramos como personaje nuevamente en Los detectives salvajes. O sea, a ver, dos de los mejores libros del mundo, escritos por dos de los cuatro más capos del mundo (ver etiqueta del mismo nombre) lo mencionan de una forma u otra. Había que leerlo.

3. Pero al mismo tiempo listo, ya lo leí.

4. Arenas movedizas es un libro de poemas o de prosa poética o algo así. Hay un poema/cuento sobre un tipo que se enamora de una ola, que está bueno. Se llama "Mi vida con la ola". También hay un cuento buenísimo espectacular que se llama "Cabeza de ángel" y no usa puntos, ese es el que más me gustó. El primero, "El ramo azul", también está bien. Los demás me resultaron empalagosos.

5. La hija de Rapaccini es una pieza teatral basada en un cuento de Nathaniel Hawthorne. Está linda. Y eso es todo lo que tengo que decir sobre eso.

martes, 14 de septiembre de 2010

El Golem, de Gustav Meyrink

1.
...poco a poco comencé a asustarme de por qué no me asustaba cuando a través de los muros llegó hasta mis oídos claramente el ruido de unos pasos contenidos.
Hace mucho tiempo, cuando la inundación, me llevé de la biblioteca El Golem, de Gustav Meyrink, y lo puse en mi estante y lo dejé ahí, sin la intención real de leerlo nunca. Sabía del libro dos cosas: que era linda la edición (de esas a cuadritos blancos y negros de Tusquets, aunque toda mocha por el agua), y que era de 1915 (por la contratapa). Después resultó que en el taller de Maru Kogan empecé a escribir algo que en un determinado momento se inclinó hacia el tema del judaísmo mágico. Entonces me acordé de este libro y me pareció que lo podía leer, para no mandar tanta fruta en mi cuento.

2. La primera sorpresa que me llevé es que a pesar del título, no se trata del legendario monstruo judío jasídico medieval. Les cuento, ya que estamos. De la Enciclopedia de la historia y la cultura del pueblo judío (Ed. Carta, Jerusalén):
MAHARAL de Praga (1525-1609), apelativo del rabino Iehudá Leib ben Betzalel (...) El MAHARAL fue un líder venerado del judaísmo ashkenazí. La leyenda popular lo recuerda como un luchador contra los enemigos de los judíos y sus calumnias. Se cuenta que para ello creó un gólem (muñerco con forma humana) de arcilla al que infundía vida colocando en su boca un amuleto con el nombre de Dios. El gólem cumplía todas sus órdenes hasta que una noche el MAHARAL olvidó retirar el amuleto de su boca y el gólem se rebeló contra su creador e hizo estragos en la ciudad, por lo que fue destruido.
Alguna vez en la época de la primaria me contaron la historia del Golem, pero con una variante: la forma de prender el muñeco de arcilla era distinta. En lugar de ponerle un amuleto en la boca, tras unos conjuros se le escribía en la frente la palabra EMET ("verdad", en hebreo). Para apagarlo, se borraba la primera E, con lo que queda la paabra MET ("muerto"). En esa versión, que ahora me suena haberla visto en televisión, el rabino borraba la E porque el Golem mataba algún inocente: al desaparecer la E, el monstruo se volvía arena, y la arena tapaba al rabino que se moría ahogado. Cabe aclarar que lo que se borra no es una E, porque se escribe en hebreo. La palabra EMET se escribe con tres letras (porque el hebreo escrito omite las vocales. En el caso de EMET: una ALEF que es como una hache, una MEM y una TAF) y la palabra MET, con dos. Hago esta aclaración porque obviamente todo el asunto del Golem, por época y lugar, está relacionado con la Cabalá, que se basa en el conocimiento místico del significado numerológico de las palabras hebreas.

3. Decía que en El Golem de Meyrink la leyenda del golem de Praga aparece y atraviesa toda la novela pero como una excusa para hacer literatura fantástica y simbolista con un sentido diferente al que yo hubiera esperado encontrar. Yo esperaba encontrar el Frankenstein judío, pero no. Hay esoterosimo, budismo, judaísmo, miedo a lo desconocido y a la locura, personajes que encarnan el bien y el mal y damicelas en peligro. Meyrink es, según la biografía en la solapa, corresponsal de Kafka: hay algo de eso que está muy claro cuando aparecen los canas, el banco, pero sobretodo la cárcel.
"Bueno, así que ya estamos de acuerdo, señor - Pernath, sí, Pernath. Sí, sí." - El comisario me alargó ambas manos con un impulso de asombrosa amabilidad, como si hubiera recibido la noticia más feliz del mundo, e hizo unos grotescos esfuerzos por poner cara de buena persona.
También hay travestis. Hay judíos buenos que parecen Gandalf y judíos malos que parecen Gollum. Y hay mucha mucha reflexión filosófica; ese tipo de reflexión sobre el hombre que después del Holocausto no se hace más así. Me fascinan los libros de temática judía que fueron escritos en Europa antes del Holocausto: es como que no puedo creer que no sepan lo que va a pasar. Como con la mujer ésta Nemirovsky, que también escribe sobre judíos durante la primera mitad del siglo XX. Ninguno de los dos tiene pudor en utilizar los arquetipos antisemitas del judío, siendo judíos. Es una reflexión para hacer en extenso en otro momento.

4. La novela va de esto: el progonista sueña algo muy extraño, algo acerca de una piedra con grasa (rarísimo y medio asquete). Se despierta en una confusión mental propia de una afasia. Encuentra un sombrero en el que hay una etiqueta con el nombre Athanasius Pernath. Entonces, es Athanasius Pernath. Vive en el ghetto de Praga, en una casa inmunda con personajes inmundos. Es orfebre. Una historia de intrigas y venganzas se entreteje a su alrededor, mientras él cada tanto la flashea mal con el Golem, una especie de doble suyo con cara de chino que no habla. La re flashea un montón. La historia de intrigas y el flash se van mezclando. Después hay una parte re Dr Manhattan, después hay una parte re wanna be Kafka, y al final hay un final de esos que no se deben usar nunca (tipo Lost) y que sin embargo está muy bien.

5. Muy interesante la biografía de Gusta. De pebete tenía esta cara, mirá:



5. Conclusiones: La novela me gustó mucho. Hay cosas que subrayé por lo bien que estaban escritas o lo mucho que me gustó la traducción, en realidad. La novela es en alemán (en Wikipedia dice que Borges decía haber aprendido alemán leyendo esta novela en idioma original, ayudado de un diccionario). (Borges tiene un poema que se llama "El Golem", en El otro, el mismo). (Borges, el cegato). Algo que no me pasaba hace bastantes libros: es una novela que sé que le puede llegar a gustar a ciertas personas en particular (Mer y Magda) y por motivos diferentes. Es decir que es una novela que te permite decirle a alguien en particular "te tengo que prestar un libro que estoy leyendo que a vos te va a re gustar". Es casi una característica superior a la de libro para recomendarle a todo el mundo.

6.
- No hay kitsch, como dicen los pintores, suficientemente infame que no arranque lágrimas de la muchedumbre, mendaz hasta la médula, - ¡y que no le llegue al corazón! ¿Cree que, de no ser así, no se habría acabado con todos los teatros hace ya mucho tiempo? Se reconoce al populacho por su sentimentalismo. Miles de pobres diablos pueden morirse de hambre y nadie llora, pero si a un viejo cabestro pintarrajeado, disfrazado de menegilda, le dan vueltas los ojos en escena, entonces los espectadores lloran como becerros.