jueves, 4 de junio de 2009

El paraíso de los ladrones, de Gilbert Keith Chesterton.

1. Lo leí porque lo agarré de la biblioteca mientras esperaba mi turno en la computadora un día. Es de los de Página 12, la colección esa que tienen propaganda de Aerolíneas Argentinas en la contratapa y a veces en la tapa, de pricipios de los noventa creo.

2. Tiene tres cuentos: "El paraíso de los ladrones", "La ausencia del señor Glass" y "El duelo del doctor Hirsch". El primero me gustó y me sorpendió: los otros dos ya me aburrieron porque me resultó obvio el mecanismo. No sé si todos los cuentos de Chesterton en los que aparece el padre Brown serán así.

3. Chesterton es además un excelente ejemplo de como un tipo bastante atractivo se puede convertir en un pez globo.

3 comentarios:

Martín Narvaja dijo...

Una vez, durante la primera osegunda guerra mundial Chesterton, que ya era una celebridad, se cruza por la calle con una señora que le reclama por no estar luchando en el frente (en francia o belgica) siendo un hombre en edad adulta. Chetserton, que ya era un pez globo, le responde: si usted intenta dar la vuelta al rededor de mi cintura, verá que alguna parte de mi está en el frente indeed.

arte para transformar dijo...

La anécdota es colorida, pero Chesterton no estaba vivo durante la segunda guerra mundial, ya que había muerto en el 36.

Ale Schonfeld dijo...

Entonces no fue la Segunda sino la Primera. La anécdota se mantiene en pie.