lunes, 4 de mayo de 2009

Eichmann en Jerusalén, de Hannah Arendt


Hannah rock and roll Arendt

1. Durante la presidencia de Arturo Frondizi, el Mosad raptó en el conurbano bonaerense a Adolf Eichmann, el encargado durante el nazismo y durante el Holocausto del traslado forzado de los judíos y otras minorías perseguidas, primero a los guetos y después a los campos de concentración y de exterminio. Su cargo era el de teniente coronel de la SS y era el "especialista en asuntos judíos" del régimen. A pesar de lo rimbombante que suena todo esto, su rango jerárquico no era muy alto, casi nunca tomó decisiones cruciales él solo y muy pocas veces se reunió con verdaderos jerarcas como Himmler, y nunca con Hitler. Cuando terminó la guerra Eichmann huyó a la Argentina bajo una identidad falsa y años después su familia lo siguió. La discreción de Eichmann fue deteriorándose, porque su figura fue agigantada durante los juicios de Nurenberg por otros nazis que lo usaron como chivo expiatorio y llegaron a decir que toda la llamada Solución Final era responsabilidad suya por sobre la de cualquier otro. La personalidad de Eichmann es algo muy raro. Bueno, cuestión que los israelíes lo encontraron, lo secuestraron (porque Argentina no hubiera permitido su captura de otra manera, con la historia de proteger nazis que tenía) y se lo llevaron a Israel; lo juzgaron, lo condenaron y lo ahorcaron. Hannah Arendt, la mejor y más capa, fue corresponsal de un diario yanqui en el juicio de Jerusalén (The New Yorker) y escribió la crónica del asunto, pero a la manera en que la más capa del mundo lo puede hacer, esto es analizando en detalle las actitudes, personalidades, y motivaciones personales y colectivas de los actores principales del juicio (el fiscal Hauser, el abogado defensor Sartorius, los jueces, el propio Eichmann), los argumentos esgrimidos por las partes y por los testigos, la historia del Holocausto, y un montón de cosas más.





2. El título completo del libro es "Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal", y al mismo tiempo en que funciona como crónica (una muy ágil), funciona también como un estudio filosófico y político. Cito.

El mal, en el Tercer Reich, había perdido aquella característica por la que generalmente se le distingue, es decir, la característica de constituir una tentación. Muchos alemanes y muchos nazis (...) tuvieron la tentación de no matar, de no robar, de no permitir que sus semejantes fueran enviados al exterminio (...), de no convertirse en cómplices de estos crímenes, al beneficiarse con ellos


Lo más grave, en el caso de Eichmann, era precisamente que hubo muchos hombres como él, y que estos hombres no fueron pervertidos ni sádicos, sino que fueron, y siguen siendo, terrible y terroríficamente normales. (...) esta normalidad resultaba mucho más terrorífica que todas las atrocidades juntas, por cuanto implicaba que este nuevo tipo de delincuente -tal como los acusados y sus defensores dijeron hasta la saciedad, en Nuremberg-, que en realidad merece la calificación de hostis generis humani, comete sus delitos en circunstancias que casi le impiden saber o intuir que realiza actos de maldad


...colapso moral que los nazis produjeron en la respetable sociedad europea, no sólo entre los victimarios, sino también entre las víctimas.


3. Hannah versión reportera es muy rápida de leerse. Lo recomiendo mucho para quien le interese el tema Holocausto.

Un beso.

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